"Si tocamos un pomo, o un vaso, si bebemos de él, o si le damos al mando de la tele, con total seguridad dejaremos nuestra impronta genética en forma de células pegadas". No podemos evitar desprendernos continuamente de nuestro propio ADN, y eso significa que eventualmente los lugares por los que pasamos podrían ser espacios donde se comete un crímen.
Comentarios
Pues anda que no tiene que haber ADN de aznar en moncloa aún.
#1 Viri la ha dejado como los chorros del Oro.
Saludos.
hay que adoptar sanas costumbres
Bueno, un despiste lo tiene cualquiera...
#3 Claro tio, ¿quien no ha dejado nunca una corridilla en casa de un amigo?
Personas perfectamente inocentes se han tirado 20 años de cárcel por haberse relacionado su ADN con un crimen.
De eso que tiras un condón usado por ahí a una papelera y te acaban denunciando por vete a saber que...