Hace 7 años | Por diristi a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por diristi a yorokobu.es

Poco podía aportar Houdini a la magia en un siglo de hechizos y encantos. Por eso, a finales del XIX, su representante le recomendó que se hiciera escapista. Ahí no tendría rival. Y así fue. Nunca lo tuvo. Erik Weisz dedicó cada minuto de su vida a superarse a sí mismo y a construir su imagen de héroe mundial.

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