Hace 9 años | Por tarkovsky a eldiario.es
Publicado hace 9 años por tarkovsky a eldiario.es

La historia ya es leyenda: Glenn Greenwald estuvo a punto de perder el mayor bombazo periodístico de las últimas décadas solo porque no quiso instalarse la PGP. Él mismo la contaba con sana ironía cuando, seis meses más tarde, le invitaron a dar una conferencia como cabeza de cartel en el congreso del Chaos Computer Club, el mismo festival de hackers donde cinco años antes se presentó WikiLeaks. Todo empezó cuando el 1 de diciembre de 2012 Greenwald recibió una nota de un desconocido pidiéndole su clave pública para mandarle cierta información

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En enero de 2013, Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados firmados por un tal “Citizenfour”, que le aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA en colaboración con otras agencias de inteligencia en todo el mundo. Cinco meses más tarde, junto con los periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill voló a Hong Kong para el primero de muchos encuentros con un hombre anónimo que resultó ser Edward Snowden. Para sus encuentros, viajó siempre con una cámara. La película resultante es la historia que se desarrolla ante nuestros ojos en este documental: CITIZENFIUR