Federico antes de Lorca, de deslumbrarse con el Madrid de los años 20, a brillar más que nadie: "Dejadme las alas en su sitio que volaré bien". Siempre con la pajarita al cuello, el poeta enamoraba a quien se pusiera por delante, incluso a hombres "declaradamente heterosexuales". En su día a día frecuentaba los cafés madrileños, donde se relacionaba tanto con comunistas como con falangistas.
A Lorca no le gustaba la política... anda mira como a Franco.
Como no se puede hacer ver que fueron los malvados antiespañoles, hagamos que sea por un mundano motivo como un asunto de tierras, algo mezquino y personal...
A mi abuelo también lo fusilaron por eso, nada que ver que fuese Socialista. A él tampoco le gustaba la política.
"todos pretendían que Federico se alineara con sus ideas. "Pero es que a Lorca no le gustaba la política", resuelve Peral. "Recibió presiones por los dos lados, sobre todo por la parte del Partido Comunista", pero nunca militó. Lorca encontraba la política demasiado visceral, mientras que él buscaba el punto de vista intelectual y humano de las personas."
De nada sirvió que estuviera bien conectado en sociedad, en esa sociedad en la que el se movía eran gentes cultas, con ideales de derecha o de izquierda, donde seguramente la tolerancia con las ideas ajenas era primordial, pero bastan cinco garrulos asesinos paniaguados por algún terrateniente codicioso tan inculto y primario como ellos que aspirase a aprovecharse de la situación para quitar de enmedio a aquel que aireaba tus vergüenzas.
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A Lorca no le gustaba la política... anda mira como a Franco.
Como no se puede hacer ver que fueron los malvados antiespañoles, hagamos que sea por un mundano motivo como un asunto de tierras, algo mezquino y personal...
A mi abuelo también lo fusilaron por eso, nada que ver que fuese Socialista. A él tampoco le gustaba la política.
"todos pretendían que Federico se alineara con sus ideas. "Pero es que a Lorca no le gustaba la política", resuelve Peral. "Recibió presiones por los dos lados, sobre todo por la parte del Partido Comunista", pero nunca militó. Lorca encontraba la política demasiado visceral, mientras que él buscaba el punto de vista intelectual y humano de las personas."
De nada sirvió que estuviera bien conectado en sociedad, en esa sociedad en la que el se movía eran gentes cultas, con ideales de derecha o de izquierda, donde seguramente la tolerancia con las ideas ajenas era primordial, pero bastan cinco garrulos asesinos paniaguados por algún terrateniente codicioso tan inculto y primario como ellos que aspirase a aprovecharse de la situación para quitar de enmedio a aquel que aireaba tus vergüenzas.