Hace 7 años | Por --493582-- a votaycalla.com
Publicado hace 7 años por --493582-- a votaycalla.com

¿Son los niños crueles en el colegio? A finales de los 80, lo éramos. Maltratábamos a los compañeros con discapacidad intelectual.

Comentarios

D

Sería el cabrón del autor, yo no lo hacía.

Azucena1980

#1 Se nota que eras lo que ahora se llama un niño especial

Yomisma123

#1 Yo tampoco.
Mis padres me educaron en no criticar a nadie por ser diferente.
Yo sigo la misma filosofía con mis hijos.

Me repulsa profundamente cuando alguien insulta o se burla de otro por su físico o por algún problema.

Y los adjetivos "graciosos" me sientan todavía peor, palabras como "tartaja" para referirse a alguien que tartamudea, "tapón", " cuatro ojos"... Me parecen lo peor

PD: y por si os preguntáis si tengo trauma o algo, para nada, siempre he sido "popular", nadie se ha metido conmigo.
Es que esos comportamientos me parecen faltos de empatía,..de ser muy mala persona

BillyTheKid

#1 tu eras el discapacitado

e

#1 tú, al igual que todos te has reído del diferente o has sido blanco de burlas

Delapluma

Estando en quinto de Básica, teníamos a un compañero de cuyo nombre sí quiero acordarme pero se me resiste, que tenía ya casi catorce, mientras nosotros teníamos entre nueve y diez. Sólo recuerdo oír su voz cuando D. Eliseo le tomaba la lección, y tenía la voz como gangosa, muy grave para un niño (yo no sabía que le estaba cambiando la voz). Llevaba unas gafas muy gruesas, tenía una cabeza curiosamente grande y nunca decía nada, ni se reía por lo bajo, ni pasaba notitas, ni cuchicheaba.

Las niñas nunca hablábamos con él. Los chicos, sí. Era el que siempre cogían para jugar al fútbol de portero. No corría bien, pero era muy alto y ancho y eso de tirarse al suelo le daba igual, no parecía tener miedo. A veces, en trabajos de equipo, me tocó formar grupo con él, y ni aún entonces conseguí sacarle una palabra; sólo asentía con la cabeza. Decían que era subnormal (entonces, esa palabra no era peyorativa), yo no sabía qué le pasaba, pero había algo que todos sabíamos: que NADIE debía intentar nunca pasarse de listo con él. No por que él fuera agresivo ni nada así, pobrecito... era porque d. Eliseo SÍ que era agresivo. Un día de principios de curso, uno de los chicos se metió con él, le llamó alguna burrada. El chaval no contestó, nunca lo hacía, pero D. Eliseo cogió al gracioso de la patilla y tiró para arriba que casi le alza del suelo. Después del recreo nos dijo a todos que aquél compañero necesitaba nuestra ayuda y amistad, y que reírse de una persona que sabemos que es débil y no va a devolver el golpe, era una canallada y una cobardía, y que al próximo que le viera hacerlo, se llevaba un guantazo y una nota para casa.

Desde luego que coger a un niño por la patilla es una burrada, sí. Pero el dejar bien clarito a toda la clase acerca de la condición especial de un compañero y las consecuencias que tendrá abusar de esa misma condición especial, a más de cuatro les vino de maravilla. Y vendría de maravilla igual que a alguno, hoy día, se lo recordasen igual.

B

#6 Me he quedado un rato recordando y pensando.
Ojala hubiera más Don Eliseos.

Malinois

Buenísimo artículo de un imperdible blog.
Yo no era maltratador,si no más bien al contrario. Era un niño de pueblo,en vez de ir los sábados con mis padres al cine o a una hamburguesería,iba al monte,montaba a caballo o cuidaba mis gallinas. Cuando había excursiones,yo prefería quedarme en el pueblo,salir a ver animales o cortar leña ayudando a mi familia. No me pegaban con frecuencia,pero si me excluían. Yo no sabía jugar al fútbol(ahora,le daba con una piedra a cualquier cosa a menos de 20 pasos),las chicas no me llamaban especialmente la atención(mi carpeta la forraba con fotos de caballos y perros) y me aburría bastante en clase(mi coeficiente intelectual era bastante superior a la media).
Soportaba estoicamente ésas tocadas de huevos,hasta que con 13 años el más chulito del colegio me metió la mano en el bolsillo para quitarme 20 duros. Ése día mi madre me iba a ir a buscar más tarde,y éso me permitía uno de los lujos trimestrales:jugar al Street Fighter en la sala de máquinas. Total,que me dio tanta rabia,que le pegué el palizón de su vida. Yo "trabajaba" en el campo,me tiraba horas con una azada,un hacha o una pala,con lo que mi fortaleza,comparada con él,era exagerada. Así que se llevó toda mi rabia acumulada durante años.
Al día siguiente el chico no fue al colegio. Y a mí me miraban como un héroe. Nadie había tocado a Fosi en su vida. Y yo,el pringado,al que los otros 34 niños de clase alguna vez le había dado una colleja,le espabilé.
No volvió a tocarme ni Dios.
De hecho,a partir de ése día no volví a permitir que nadie me pisase. Y tampoco que nadie lo hiciese con nadie mientras yo esté delante.

Procurador

Los niños son, en muchos casos, unos hijos de puta.

Y muchos siguen siendo niños hasta los 50 o más....