Ya no somos ciudadanos, ni súbditos, somos consumidores y tanto consumimos tanto valemos, para las empresas, el comercio, el PIB y para el mismo Estado. 🔥 Solo valemos en cuanto disponemos de medios para reclamar. 🔥 Olvídense de los derechos humanos, civiles o laborales, olvídense de del bienestar que no te puedas pagar porque las empresas, el comercio, el PIB y el mismo Estado están al acecho para arrebatartelo. 🔥 Ya no somos hombres ni mujeres, somos consumidores y valemos en función del gasto que hacemos.
🔥 Solo nos queda una solución que es asociarse, participar y pelear por lo que consideramos nuestro, que no es ni el interés general, ni el bien común que no son nuestros porque los hemos hipotecado con Standard & Poors, Moodys o cualquier otra agencia de calificación de riesgos.
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Comentarios
Así que el que alguien tenga un trabajo que vender, depende de que antes haya alguien que le quiera comprar el fruto de ese trabajo.
Y que si no hay nadie que le quiera comprar ese fruto de trabajo, aquel alguien no va a poder venderlo, de modo que terminará perdiendo su trabajo.
Escrito deliberadamente enrollado, pero creo que la idea está bastante clara. Desagradablemente clara.
Ya no somos ciudadanos, ni súbditos, somos consumidores y tanto consumimos tanto valemos, para las empresas, el comercio, el PIB y para el mismo Estado. 🔥 Solo valemos en cuanto disponemos de medios para reclamar. 🔥 Olvídense de los derechos humanos, civiles o laborales, olvídense de del bienestar que no te puedas pagar porque las empresas, el comercio, el PIB y el mismo Estado están al acecho para arrebatartelo. 🔥 Ya no somos hombres ni mujeres, somos consumidores y valemos en función del gasto que hacemos.
🔥 Solo nos queda una solución que es asociarse, participar y pelear por lo que consideramos nuestro, que no es ni el interés general, ni el bien común que no son nuestros porque los hemos hipotecado con Standard & Poors, Moodys o cualquier otra agencia de calificación de riesgos.
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