Hace 8 años | Por mr_b a juliobasulto.com
Publicado hace 8 años por mr_b a juliobasulto.com

Había una vez un país en el que un ogro atroz llamado obesidad infantil tenía aterrorizada a la población. El ogro era, en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI”. Su poder era inmenso, ya que casi la mitad de los niños de la zona (entre el 30,8 % y el 44,5 %, para ser exactos) presentaban exceso de peso.

Comentarios

d

Brillante.

En su sueño, el monstruo le detalló a Julio ocho razones por las que la AEP no debería poner su logo en las galletas:



1.- Porque el azúcar (excepto el presente de forma natural en la leche o en las frutas y verduras frescas), además de ser innecesario para el normal funcionamiento del cuerpo humano, aumenta el riesgo de obesidad, esté en las galletas o esté en cualquier otro alimento procesado. Así lo indican revisiones rigurosas (BMJ. 2012 Jan 15;346:e7492), o informes de entidades como Public Health England.

2.- Porque mientras que la OMS recomienda no superar el 10% de las calorías ingeridas a partir de azúcar y considera que lo ideal es que la cifra sea inferior al 5%, en España se consume entre el 16% y el 36% de la energía a partir de azúcares, según se detalla en el más reciente consenso español de prevención y tratamiento de la obesidad.

3.- Porque las galletas son bollería. Así aparecen clasificadas en la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española (ENIDE), elaborada por Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) (www.goo.gl/w3kWcQ).

4.- Porque datos publicados en 2007 por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer detallan que los alimentos con una alta densidad energética promueven la obesidad. Tales alimentos son los que aportan más de 225-275 kilocalorías por cada 100 gramos, y las galletas Dinosaurus contienen 474 kilocalorías por cada 100 gramos. Una excepción a esta norma serían los frutos secos que, a diferencia de las galletas, cuentan con sólidas y robustas pruebas de no incrementar el riesgo de obesidad, tal y como mostró en 2013 una rigurosa investigación (Am J Clin Nutr. 2013 Jun;97(6):1346-55).

5.- Porque si revisamos la encuesta ENKID, llevada a cabo a una muestra representativa de la población infantil y juvenil española, encontramos datos preocupantes con respecto a las galletas. De entre los 70 productos que se englobaron en la categoría “Dulces y pastelería”, el más consumido son las galletas María. De hecho, estas galletas suponen, en una clasificación de casi 200 alimentos, la 5ª fuente alimentaria de energía, la 7ª fuente de grasas totales, la 3ª fuente de grasas saturadas, la 6ª fuente de glúcidos y la 8ª fuente de sodio.

6.- Porque la mayoría de niños españoles presenta un “abuso” de galletas, según datos provenientes del estudio ALADINO hechos públicos en mayo de 2014 por la AECOSAN.

7.- Porque el consumo de galletas va en aumento. En agosto de 2013, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente elaboró un estudio del que se desprendió que nuestro consumo de galletas, en relación al año anterior, había aumentado un 7%. Era el “dulce envasado” cuyo consumo más había incrementado.

8.- Y -sobre todo- porque el hecho de que aparezca el logo una reputada asociación de pediatría en un producto alimentario da a entender al ciudadano que la AEP no considera que dicho producto sea desaconsejable para el consumo habitual de los niños.