Hace 9 años | Por Matroski a yorokobu.es
Publicado hace 9 años por Matroski a yorokobu.es

En la película El dormilón, Woody Allen despierta después de haber permanecido 200 años durmiendo. Una de las primeras cosas que piensa es que ha sido una lástima despilfarrar así esos dos siglos: de haberlo invertido en terapia, ya casi se habría curado. Esta sardónica escena contra la psicoterapia también podría extrapolarse a muchas otras áreas de la medicina donde la cosa parece ir a trompicones, ya sea por falta de inversión, desconocimiento o simple carencia de recursos públicos, que finalmente originan colas de pacientes a lo Woody Allen

Comentarios

D

Ya hay doctores robots. Con herramientas como esas incluso alguien podría abrir una consulta médica y usar estos recursos para atender pacientes sin tener ni puta idea de medicina:

http://diagnosticodesintomas.com/

Estuve probando algunas páginas web para un diagnóstico automatizado y en todos me pone que ya estoy muerto.

m

#1: Yo incluso cada vez creo más en la medicina por Internet, buscando nosotros mismos la información, contrastándola y acudiendo a la farmacia a por el tratamiento más conveniente.

Salvo en el caso de los antibióticos, no veo necesidad de seguir con las restricciones actuales que existen en el sector de la farmacia.