El estallido de la Gran Guerra les pilló a todos casi por sorpresa. Durante meses habían crecido los rumores sobre el crecimiento de las hostilidades, pactos secretos y enfrentamientos de todo tipo. Miles de soldados y voluntarios marcharon a la Primera Guerra Mundial con arcaicas armaduras, sables ancestrales o viejos arcabuces. Aquella fue la carnicería más extraña, anacrónica y salvaje
"Vicente Blasco Ibáñez narró los desfiles y la euforia inicial. Abuelos y ancianos que desempolvaban viejas escopetas y arcabuces, portaban sables o llevaban antiguos cascos. Toda aquella algarabía se vino abajo cuando se mostró el rostro destructor de una guerra que pondría de moda lo metálico, los sonidos atronadores, los destellos fulgurantes. El presurrealista Guillaume Apollinaire dedicó poemas enteros a aquellos prodigios. Habló sobre las «maravillas de la guerra». Luego, al cabo de un tiempo, llegaron las noticias de la masacre sobre los belgas. Pero también regresaron los primeros mutilados. Entonces todos enmudecieron."
Las semejanzas con la situación actual parecen obvias...
#2 En aquel tiempo se consideaba la guerra como algo positivo que mejoraba la sociedad y las personas. La Primera Guerra Mundial liquidó esas ideas.
En la Segunda Guerra Mundial los países no fascistas consideraban la guerra algo negativo pero que formaba parte de la vida y había que aceptar. (los paises fascistas glorificaban la guerra como algo positivo)
No se si fue en la Guerra Fria o en los años sesenta cuando la guerra paso a ser considerada inaceptable.
#6 Perdona si te he dado una falsa impresión. Quería decir que estoy de acuerdo contigo. Sin duda las imágenes de la guerra de Vietnam debieron desencadenar el cambio de mentalidad.
Mucho de lo que muestra son cosas para la guerra de trincheras. Quizás no pararan la bala de un fusil, pero dentro de la trinchera tampoco se podía maniobrar muy bien con los fusiles y acabaron recurriendo a cosas como las versiones modernas de mazas medievales, palas afiladas, etc.
Varias de las armaduras son de soldados de asalto, no de carne de cañón (bueno, una versión de la carne de cañón de más calidad) que se iban a batir el cobre en una trinchera.
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"Vicente Blasco Ibáñez narró los desfiles y la euforia inicial. Abuelos y ancianos que desempolvaban viejas escopetas y arcabuces, portaban sables o llevaban antiguos cascos. Toda aquella algarabía se vino abajo cuando se mostró el rostro destructor de una guerra que pondría de moda lo metálico, los sonidos atronadores, los destellos fulgurantes. El presurrealista Guillaume Apollinaire dedicó poemas enteros a aquellos prodigios. Habló sobre las «maravillas de la guerra». Luego, al cabo de un tiempo, llegaron las noticias de la masacre sobre los belgas. Pero también regresaron los primeros mutilados. Entonces todos enmudecieron."
Las semejanzas con la situación actual parecen obvias...
#2 En aquel tiempo se consideaba la guerra como algo positivo que mejoraba la sociedad y las personas. La Primera Guerra Mundial liquidó esas ideas.
En la Segunda Guerra Mundial los países no fascistas consideraban la guerra algo negativo pero que formaba parte de la vida y había que aceptar. (los paises fascistas glorificaban la guerra como algo positivo)
No se si fue en la Guerra Fria o en los años sesenta cuando la guerra paso a ser considerada inaceptable.
#3 creo que la violència televisada de la guerra de Vietnam fue el inicio de la caída del ideal glorioso de la guerra....
#4 Va a ser eso.
#5 pues no se, igual tu puedes aportar algo más....
Yo tendré una opinión, pero no voy dando lecciones.
p.s. O eso, o no te entendí bien...
#6 Perdona si te he dado una falsa impresión. Quería decir que estoy de acuerdo contigo. Sin duda las imágenes de la guerra de Vietnam debieron desencadenar el cambio de mentalidad.
Anda bastante desencaminado.
Mucho de lo que muestra son cosas para la guerra de trincheras. Quizás no pararan la bala de un fusil, pero dentro de la trinchera tampoco se podía maniobrar muy bien con los fusiles y acabaron recurriendo a cosas como las versiones modernas de mazas medievales, palas afiladas, etc.
Varias de las armaduras son de soldados de asalto, no de carne de cañón (bueno, una versión de la carne de cañón de más calidad) que se iban a batir el cobre en una trinchera.