A la Ciudad de México no la amas o la odias, sino la amas y la odias al mismo tiempo. ¿Por qué? se preguntarán. Pues es fácil: es una ciudad caótica, enorme, con demasiada gente, servicios que en algunos casos son caros o malos, el tiempo que tardas en trasladarte de un sitio a otro y más inris. Pero al mismo tiempo, no somos capaces de irnos de aquí para radicar en otra localidad de algún otro estado de la nación que presuntamente sería más tranquila.
Comentarios
blokka
A mi no verán el pelo ahí mientras no dejen de matar a gente inocente...
mmmmmm karmawhores en busca de premio