Los investigadores realizaron trasplantes de heces de ratones ancianos (24 meses de edad) a ejemplares jóvenes (3 meses) y encontraron que se aceleraban los procesos de inflamación asociados al envejecimiento en el sistema nervioso y en la retina. Dichos efectos se correlacionaban con un aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal y una activación de la producción de citoquinas inflamatorias.
También implantaron heces de ratones jóvenes en ancianos. Y los fenómenos inflamatorios en cerebro, retina e intestino disminuían.
Comentarios
Medicina de mierda.
#1 #2
Ya lo decía de con dos... Comer de lo comido, beber de lo bebido, solo muere de hambre el estreñido....
#2 Si fuera tan facil seria la ruina de toda una industria creada en torno a combatir el envejecimiento, y que habria tortas para cambiar los pañales de los bebés.