Hace 1 año | Por Andaui a ethic.es
Publicado hace 1 año por Andaui a ethic.es

Nuestra capacidad para enfrentar el desafío climático y promover una relación más justa hacia los demás, incluidos los animales, exige reordenar en profundidad las representaciones que tenemos de nuestro lugar (y rol) como humanos en la naturaleza. Expertos de la talla de Corinne Pelluchon o Juan Luis Arsuaga coinciden en la urgencia de replantear la relación del ser humano con su entorno para frenar la crisis ambiental.

Comentarios

asola33

Buen titular. En realidad, que se extinga la raza humana o todo rastro de vida en la tierra, no afecta al universo. Es un paso más en la evolución.

Autarca

#2 Por otro lado, ¿Para qué queremos un universo si no están nuestros hijos para disfrutarlo?

Flogisto

Considero que precisamente es un error considerar al hombre un animal más para el objetivo que plantea el artículo. Si somos una nimal más, entonces nuestras acciones no son más relevantes para el planeta que las de cualquier ser vivo y eso no es cierto. Las acciones humanas son precisamente las culpables de la degradación del planeta que condena el artículo. Y precisamente la toma de conciencia de que nuestras acciones importan, de que somos lo más importante, es lo que nos hace responsables de efectuar el cambio hacia mejor, porque éste no va a venir caido del cielo.