Hace 2 años | Por --688912-- a elpais.com
Publicado hace 2 años por --688912-- a elpais.com

Al comparar los dientes de una veintena de primates del pasado y del presente, un grupo de científicos ha observado que el tamaño de los colmillos de una posible especie antecesora de los humanos se redujo hace varios millones de años. También se produjo entonces un marcado cambio en el dimorfismo sexual (diferencia entre machos y hembras) de los caninos, empequeñeciéndose los de los machos.

Comentarios

Incitatus33

En realidad no tenemos ni colmillos, ni garras, ni venenos, ni aparentemente nada que nos convierta en colosales depredadores. Si una vez extintos algún alienígena desenterrase nuestros huesos no se explicaría cómo nos las arreglabamos para enfrentarnos a leones, búfalos y otros animales aparentemente más poderosos.
El truco es tener las manos libres y habilidad para manejar palos o lanzar piedras que podemos encontrar en cualquier sitio sin tener que cargar con ellas más que el tiempo imprescindible

malvadoyrarito

#2 pulgar oponible. Verían el pulgar oponible y deducirían el resto.

Incitatus33

#3 lo deducirían si conocieran las implicaciones de tener una mano prensil pero como es una característica única no común a otros animales quizás no caerían en la cuenta de su importancia

k

#2 tambien tenemos un craneo particularmente grande para nuestro cuerpo

a

#2 Sí, pero si todas esas capacidades se han perdido tiene que forzosamente ser a cambio de ganar otras más útiles.

Incitatus33

#5 imagino que cuando perdimos las garras a cambio ganaríamos tacto que nos facilitaría una mayor precisión, por ejemplo para dibujar o enebrar una aguja. Si perdemos unos grandes colmillos quizás nos facilitase el habla o despiojar a mordisquitos al compañero.

J.Kraken

#2 Visión estereoscópica. Eso es más de depredadores que de presas.

J

Pues a mí a veces se me ponen largos, lo que no siempre sirve de mucho.