Hace 3 años | Por doyou a unestelalalba.blogspot.com
Publicado hace 3 años por doyou a unestelalalba.blogspot.com

Además de ser ruidosas, muchas clases y guarderías tienen a ser caóticas y visualmente desorganizadas y la investigación está empezando a sugerir que la sobrecarga de elementos visuales o el desorden pueden tener también un gran impacto negativo para el aprendizaje. A la luz de la evidencia que muestra los efectos negativos del ruido, ¿por qué ha habido un incremento en el uso de clases abiertas y de espacios de trabajo también abiertos tanto para niños como para adultos? Una consecuencia de quitar las paredes son espacios ruidosos y molestos.

Comentarios

Arcueid

"¿por qué ha habido un incremento en el uso de clases abiertas y de espacios de trabajo también abiertos tanto para niños como para adultos?"

Esa pregunta me la he hecho muchas veces; naturalmente sin respuesta.

En los centros de trabajo tanto los jefes como los diseñadores de espacios se ven a sí mismos como la del anuncio de Apple; rompiendo con lo establecido, en este caso derribando paredes que hacen que sus empleados se comuniquen mejor.

Este pensamiento lleva a que nos enteremos de todo lo que pasa: las llamadas de uno, los pasos de los otros, las charlas y cuchicheos de otros, el teléfono de aquél. Y a quienes nos molesta el ruido especialmente, a sufrir esa visión de que sin paredes (o sin una estricta separación de espacios y máximo respeto común, al menos) la cosa va mejor.

Sobre el aprendizaje (y el trabajo creativo), definitivamente el ruido es una distracción. Quizá parte de la sociedad hemos estado infraexpuestos a ruidos y todo tipo de distracciones, y de ahí una falta de atención, de capacidad de concentración.

d

#1 a mí lo de romper lo establecido me parece una chorrada, si lo establecido está bien. El silencio permite la concentración, mejora la atención y es una de las pocas cosas que estimulan la creación de nuevas conexiones neuronales. Que haya silencio en una clase, sea viejo o nuevo, es bueno. Además, para escuchar al que habla el resto debe callar.