Hace 3 años | Por Indeterminado a nature.com
Publicado hace 3 años por Indeterminado a nature.com

La pequeña nación insular realizó un gran esfuerzo científico en sus intentos de contener y estudiar el coronavirus. Su escasa población y la reducida variedad genética de ésta han permitido realizar estudios muy complicados de hacer en países de mayor tamaño, obteniendo información que puede ayudar a combatir la pandemia en otros lugares.

Comentarios

Autarca

Cuanto más democrático es un país mejor funciona, e Islandia es muy democrática.

COVID-19 is not the first pandemic to reach Iceland’s shores: in October 1918, two ships carrying pandemic influenza docked in Reykjavik’s downtown harbour. Within six weeks, two-thirds of the capital city’s inhabitants were infected1.

A century later, the Icelandic government was better prepared, enacting a national pandemic preparedness plan at the beginning of January, two months before COVID-19 arrived. “We decided from the beginning we would use isolation, quarantine and contact tracing,” says Þórólfur Guðnason, chief epidemiologist at the Directorate of Health. As part of that plan, the microbiology laboratory at the university hospital began testing citizens in early February.

L

Ser una pequeña nación insular y bastante remota ayuda una barbaridad. No creo que se puedan extraer muchas conclusiones para un país europeo (,ni ningún otro casi) al uso.

I

#3 Quizá sea como dices en cuanto a ciertas medidas a adoptar.
Pero, como explica el artículo, se han hecho valiosos hallazgos sobre síntomas de la enfermedad, casos asintomáticos o la posible duración de la inmunidad. Además, tener una población pequeña, muy cohesionada y con una gran conciencia social ayuda a la hora de obtener información sobre los métodos de propagación del virus.