Hace 1 año | Por Beltenebros a sinpermiso.info
Publicado hace 1 año por Beltenebros a sinpermiso.info

La mayoría de estudios que entienden la precariedad laboral de forma multidimensional (inseguridad, salarios, contratos, derechos laborales, etc.) muestran cómo quienes sufren precariedad laboral tienen peor salud mental (depresión, ansiedad, estrés, malestar psicológico, etc.) que aquellos que no sufren situaciones de precariedad. El informe PRESME estimó en casi 12 millones el número de personas en situación de precariedad laboral en 2022 en España, incluyendo asalariados, autónomos y parados que han trabajado previamente.

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¿Qué efectos?

No deben parecerles a los trabajadores españoles tan horribles la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, si arden en deseos de hacer nacer también a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos también se les agradezcan todas esas cosas tanto como ellos, los trabajadores españoles, las agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?)

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

Y es que la convivencia en una sociedad civilizada precisamente debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, modas, tendencias, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

Así que trankis, no dejéis que estas noticias aporófobas os hundan la moral. Si queréis un pensamiento positivo que os levante la moral, lo único que necesitáis recordar en todo momento es que vuestros hijos os agradecerán que les hayáis hecho nacer en este país tanto como vosotros lo estáis agradeciendo a vuestros padres.

En efecto, no renunciéis a hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o la precariedad, dejaos llevar por la naturaleza y por el capitalismo, que son sabios, pues vuestros hijos, cuando alcancen la mayoría de edad, a su vez también se volverán defensores del derecho de hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza o la precariedad, por lo cual ya no podrán culparos a vosotros de haberles hecho a ellos lo mismo.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Además, lo que necesita la natalidad (y las pensiones) de este despaís de pobreza, de precariedad, de subdesarrollo, de capitalismo y de monarquía es otro baby boom, motivado en el altruismo y la generosidad progenitores. Vuestros hijos os lo agradecerán tanto como vosotros lo agradecéis a vuestros padres, y vuestros padres a sus padres. Además de que vuestros bolsillos también lo agradecerán, gracias a las pensiones aportadas por vuestres hijes. Que sí, que vendrán crisis, pero quienes vengan detrás que arreen, que para eso os hicieron a vosotros los mismo, altruistamente.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.