Los ministros no fueron elecciones personales de Bolsonaro, sino sugerencias del astrólogo Olavo de Carvalho, un exmusulmán convertido al catolicismo ultraconservador que vive en Virginia, se hace llamar filósofo a pesar de no tener título y es el gurú ideológico del futuro presidente. Sus opiniones sobre la educación también son bizarras: “Cuanta más educación sexual, más ‘putería’ en las escuelas, al final, se está enseñando a los niños entregar el culo, chupar pijas, apretar los pechos de la otra en público”
Comentarios
Brasil es uno de los lugares más desiguales que he visto en mi vida. Se ve en el trato diario: cuando llegan turistas brasileños a Uruguay, suele haber roces por la manera en que se comportan con camareros, dependientas o chóferes. Acostumbrados a una sociedad superjerarquizada donde quien tiene dinero espera pleitesía, se descolocan ante la (relativa) igualdad de trato de la que hacen gala las gentes uruguayas: maman el clasismo y el racismo desde pequeños y eso lo refleja muy bien una peli muy chula que os recomiendo: "Una segunda madre"
#0 Tengo familia en Brasil desde hace muchos años, y no puedo más que darte la razón en todo. El clasismo de las clases pudientes de Brasil es otro nivel.
“La mujer nació para ser madre”
O morir sin descendencia. Lo que es una alternativa, la hay.