Si censuramos la violencia entre barras de dos equipos, cuánto más la agresión entre dos naciones. Es imposible divorciar a la política del fútbol. Pero lo que pasó la semana pasada en un juego entre Serbia y Albania, nos volvió a desnudar como sociedad. ¡Qué mal va la humanidad!
Comentarios
SPAM ----> juanmafer17
La política y el deporte van de la mano. Ya en Bizancio se seguía a un color o a otro en las carreras de cuadrigas en función de tu posición política.