Hace 5 años | Por edurne6 a elindependiente.com
Publicado hace 5 años por edurne6 a elindependiente.com

Las acelgas es uno de los alimentos más temidos por los niños en los comedores escolares y hacen que se lleven la mano a la nariz para conseguir pasar el mal trago. Eso sí, nunca escucharás que se queje porque le hayan puesto patatas fritas o de postre haya comido flan. Más allá de lo apetecible que pueda resultarle a nuestros hijos la comida que le dan en el comedor de su centro educativo hay de fondo un problema, cuanto menos delicado, que afecta directamente a la salud de los menores como la presencia ingente de proteínas animales.

D

La hora de la cena es una degustación de las maravillaras del mundo alternativo.

Señor.X

No veo yo nada malo a las proteínas animales. Y lo que puedan afectar a la salud de los niños.

Guanarteme

Ser niño es una putada.

No tienes habilidades sociales para exigir tus derechos, conocimiento del mundo para saber que es aceptable y que no lo es, no votas, no tienes sindicatos o asociaciones que exijan (por ejemplo) aire acondicionado en las aulas como tiene cualquier puto adulto en su puesto de trabajo y la sociedad no te da posición para decir: "eso se lo va a comer tu puta madre", "esa mochila cargada de libros la va a llevar tu abuela" o coger a ese adulto "graciosillo" o esa vieja de mierda que no para de pellizcarte la cara aún sabiendo que te molesta y cantarle las cuarenta.

D

#3 Te pasó a ti?, si es asi, que pocos huevos tienes tio...
Bueno, salvo lo del aire acondicionado.

Aun recuerdo unos "huevos a la flamenca" que fuimos todos los del comedor (2º turno, 6º a 8º) los que dijimos que se lo comiera "la madre del topo"

Guanarteme

#4 Es que amos, a partir de sexto ya no eres "tan niño". Yo es que tuve comedor hasta quinto, lo más incomible que había era un pescado en salsa nosequé y ya había desarrollado la técnica para envolverlo en la servilleta y tirarlo debajo de la mesa. lol

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#5 Joder, debe ser una tecnica universal. Creo que habia mas lechuga en el suelo que en los estomagos.

D

Lo mejor del comedor del colegio, echar guindillas cayenas furtivamente en los platos de los demás... Qué caras!