Hace 10 meses | Por Guanarteme a eldiario.es
Publicado hace 10 meses por Guanarteme a eldiario.es

El transporte público será dentro de poco un lugar donde poder llevar a tus mascotas. Por ello, y ante las dudas de cómo se hará, la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Canarias ha pedido al Cabildo de Tenerife que establezca un protocolo para aclarar al personal la forma de proceder

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1. CIUDADES ESPAÑOLAS QUE PERMITEN SUBIR AL AUTOBÚS URBANO CON PERRO ATADO, SIN NECESIDAD DE TRANSPORTÍN:
Alcoi, Barakaldo, Cartagena, Donostia-San Sebastián, Fuengirola, Irun, Jaén, Ourense, Palma de Mallorca, Sant Cugat del Vallès y Valladolid son las primeras ciudades de más de 50.000 habitantes que dan el paso, aunque cada una aplica una política diferente, más o menos restrictiva. Además, Mérida modificó la ordenanza municipal hace años para permitir perros de compañía en los buses urbanos, pero en la práctica aún no se aplica la medida (lo contamos más abajo).

Normas de acceso de perros sin transportín:

Hay que llevar la documentación sanitaria del perro al día y el animal tiene que estar limpio y atado mediante una correa corta. Algunas ciudades exigen un seguro de responsabilidad civil al usuario. El cuidador del animal es el responsable de cualquier incidente o daño que se produzca en el bus.

El perro debe llevar bozal (salvo en Barakaldo y Donostia-San Sebastián, que solo acepta perros pequeños en brazos).

Algunas ciudades limitan el tamaño máximo del perro (por ejemplo, solo se aceptan perros pequeños en Barakaldo y Donostia-San Sebastián y hasta 25 kilos en Fuengirola), o no permiten que suban perras en celo (Irun y Fuengirola) o PPP (Barakaldo, Fuengirola y Palma). La ciudad malagueña, por cierto, se disponía a eliminar algunas de estas restricciones en 2022.

¿Dónde debe situarse el perro? No hay una norma general. Por ejemplo, en Ourense puede ir tumbado bajo el asiento que ocupa el cuidador, en Irun solo puede estar en la zona central del bus y en Palma, en la parte trasera del vehículo. En Jaén, “ocupando la parte más próxima a una puerta de salida”.

En algunas ciudades se prohibe que suban animales en horas punta o en los servicios nocturnos y se limita el número de perros por vehículo (uno solo en Cartagena, dos en Irun y Ourense, cinco en Fuengirola).

Por subir con el perro se paga un billete adicional de 0,30 euros en Palma (excepto los que vayan en transportín) y de 0,57 euros en Fuengirola. En el resto no se paga nada.

Ourense y Valladolid contemplan un carné perruno que deberá solicitarse al Ayuntamiento o a la empresa municipal de transportes para poder llevar al perro en el autobús. Para obtenerlo hay que aportar algunos requisitos, como seguro de responsabilidad civil y un certificado veterinario sobre vacunaciones y de posesión del microchip.

Algunas de las ciudades, como Irun, estipulan la manera de resolver los conflictos que puedan surgir. Por ejemplo, su reglamento establece que “en el momento en el que alguna persona viajera refiera sentirse molestada (reacciones alérgicas, olores o ruidos) por las condiciones de un animal y hubiera embarcado antes que el cuidador de dicho animal, éstos últimos tendrán la obligación de trasladarse a otra zona del vehículo”. En Donostia se entiende que, por lo general, “la persona que acceda primero al autobús tiene prioridad. En caso de discrepancias prevalece el criterio del conductor”.

Los ayuntamientos han explicado a Pipper on tour que la medida ha sido acogida favorablemente por la mayoría de usuarios y que no se han registrado incidentes de importancia.

Una más a sumar.

areska

Menuda guarrada, volvemos a los 80 cuando andaban los perros y gatos merodeando hasta en restaurantes. Mi pésame a los alérgicos.

Pacofrutos

Para las próximas Elecciones generales se espera que puedan votar. Al menos las que se den de alta en autónomos.

voidcarlos

No sé por qué se facilita tanto que las mascotas estén en todos sitios. El otro día, en una tienda de zapatillas, vi a un perrito que se había meado allí dentro, sin que nadie hiciera o dijera nada. Y no hay nada que recriminarle al bicho, que hizo lo que es normal en él. Lo que no veo normal es que permitieran entrar a las tiendas a los perros. Tiendas, transporte público, etcétera.

Me refiero a perros que no sean perros guía o policiales y demás.