Hace 1 año | Por Thornton a publico.es
Publicado hace 1 año por Thornton a publico.es

La Comunidad de Madrid y Andalucía son las regiones que menos dinero destinan a ayudas económicas para atender las necesidades materiales básicas de personas por debajo del umbral de la pobreza. Ninguno de los ayuntamientos de los dos territorios gobernados por el Partido Popular reparte siquiera 100 euros por ciudadano para que estos puedan cubrir carencias tan elementales como comer, vestirse o pagar el alquiler.

Comentarios

Thornton

Pero en Madrid te puedes ir de cañas sin encontrarte a tu ex

rogerius

#1 Y en Andalucía ¿has visto lo felices que son? Siempre cantando y bailando. Felices de que nadie les dé paguitas. Algunos hasta devuelven parte del SMI porque lo consideran injusto para con su patrón.

Solinvictus

#2 lo habrás dicho de broma, pero por desgracia los hay, y no son pocos

El_Cucaracho

El PP no ve pobres, solo españoles.

tiopio

Los sobres no se llenan solos.

Verdaderofalso

En la ecuación falta Murcia y tenemos combo

D

Nadie va a comentar lo de Murcia con una cifra de 3.622 euros por perceptor?? 😱

Y la cifra de 272.134.172,10 euros anuales dedicados en este país a ayudar a gente con cndiciones angustiosas y de extrema vulnerabilidad??? Si un país como España necesita dedicar ese dinero, tenemos un gran problema.

D

No sé. Esta noticia, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, me parece aporófoba, además de obviadora de la dimensión cultural, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, lo cual a su vez también implica indirectamente que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad son malas personas y malos padres, sin inteligencia, lo cual, según esos altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, es aporofobia, incluso aunque esos padres fueran ricos, además de ser obviador de la dimensión cultural, porque, al realizarse todas esas implicaciones, también se está implicando indirectamente una culpabilización, criminalización y estigmatización de todas esas personas que, simplemente, desean ejercer su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor, además de su cultura, de considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas y maravillosas, tan estupendas y maravillosas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos también les agradezcan la pobreza y la precariedad tanto como ellas, esas personas progenitoras, las agradecen a sus padres.

Y es que en esto precisamente debe consistir la convivencia en una sociedad civilizada: en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque no coincidan con los nuestros.

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía quienes se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estéis riendo de los ricos, del capitalismo y de la monarquía.