Salvando distancias, hay paralelismos entre educar criaturas y diseñar algoritmos: ambos espacios son lugares donde se sientan las bases que influirán en la toma de decisiones futuras. Y no se puede hacer en el vacío. O’Neil y otras autoras insisten en que cuanto antes entendamos que los algoritmos contienen sesgos y por tanto automatizan valores determinados, antes podremos consensuar socialmente cuáles deben ser estos principios. Lo mismo ocurre en la escuela: debatir sobre los valores no es adoctrinar.
Comentarios
Por género quieren decir sexo, ¿verdad?
Las mujeres traen una tara de serie que les impide aprender matemáticas de manera racional y ortodoxa y proponen enseñárselas de una manera más fácil y entendible. Todo muy igualitario y progre.
Uy, no. "Tara" es muy bruto. "Discapacidad" es más inclusivo. O mejor "diferentes capacidades". Sí, así no se nota que las tratan como subnormales cuando les hablan así.
'Por eso las matemáticas necesitan la perspectiva de género'
Eso quiere decir que 3 manzanas + 2 manzanas seran 6 manzanas. Si son melocotones, el resultado es 5.