El usurero Francisco Gómez Montoya, de 56 años, es un tipo extremadamente discreto, muy callado y sobre todo cauteloso. El pasado martes, cuatro días después de que echara a la calle a la anciana Carmen -su desahucio ha acaparado estos días las portadas de todos los periódicos- arrancó el nombre del buzón de su piso, quizás por precaución ante el temor de que los medios de comunicación lo localizaran.
Comentarios
#0 AEDE
A Carmen la echó su hijo primero que los demás.