La vitalidad del ruedo: la feria de San Isidro aglutina una masiva afluencia de jóvenes que van a los toros y que luego prolongan la fiesta en la mega-discoteca que se organiza en la propia plaza. Quienes consideran que la tauromaquia agoniza harían bien en acercarse a a Las Ventas. Porque los tendidos —23.000 espectadores— rebosan casi todas las tardes. Y porque la experiencia se prolonga en la vida nocturna de la plaza. La explicación es interesante porque quienes se quedan de fiesta en Las Ventas son fundamentalmente jóvenes.
Comentarios
La asesina hace cosas de asesinos.
Esto es directamente Spam
Leyendo la entradilla solo, quien considera que la tauromaquia goza de buena salud porque en un país de 45 millones de habitantes, hay una plaza de toros, la más famosa del país, quizás, que llena el aforo durante unas fiestas concretas de escasa duración, debe considera que el el circo también goza de buena salud porque existe el circo del sol.
Pues con este éxito, ya no necesitarán más subvenciones públicas y puede hacer caja para financiar a plazas con menos público.
Subo esta noticia no porque yo sea taurino (si alguien, que lo dudo, sigue mis comentarios, sabe que yo voy un paso más allá del "no ser taurino"), sino porque esta noticia muestra perfectamente la causa de que España, es decir, de que la España pura, es decir, de que la España estándar y normal, es decir, de que esa España de la que se supone que deberíamos enorgullecernos, es decir, de que esa España que nos hace avergonzarnos ante los extranjeros por su inferioridad económica, por su inferioridad científico-técnica, por su subdesarrollo, por su precariedad, por su pobreza, por su inferioridad cultural, y por su maltrato animal... la causa de que esa España, iba diciendo, todavía tenga unos cuantos milenios por delante para seguir siendo tal España, puesto que la cuestión es genética, es decir, racial, es decir, evolutiva, y todos sabemos que lo evolutivo va ocurriendo muy lentamente, más lentamente aún en España.
El español es eternamente joven, es decir, con poca experiencia.
Hale, a seguir defendiendo el hacer nacer a los niños y a los propios hijos en la precariedad y el subdesarrollo, es decir, en la perpetuación de la España perpetua y normal.