Hace 5 meses | Por japego a almendron.com
Publicado hace 5 meses por japego a almendron.com

Un amigo de 34 años quiere irse de Madrid porque sobrevive “con 1.500 euros al mes”. Se ha vuelto un sueldo que se queda muy corto para una persona sola en una gran ciudad, véase Barcelona, donde el alquiler medio se disparó recientemente a 1.200 euros mensuales.

Comentarios

Butters

De toda la vida el proletario en las grandes ciudades ha compartido piso cuando estaba soltero para poder ahorrar algo. Yo mismo estuve cinco años trabajando en Madrid y compartiendo piso con otras dos personas. Después me fui a un estudio para estar solo, y pagaba el doble al mes. Alquilar un piso hubiese sido inasumible.

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Nos fuimos de los pueblos a las ciudades y ahora toca el camino inverso

K

Su visión bebe mucho del determinismo posterior al 15-M, de esa idea de que ya solo queda un Estado asistencial que dé cobijo en las crisis mediante la revalorización de las pensiones o la inyección de ciertas ayudas, tratando de limar la precariedad o la pobreza, sin ofrecer un proyecto ambicioso más allá.
Tal cual.
Alquiler social es repartir y perpetuar miseria.
Lo que hay que conseguir es que una familia humilde pueda acceder a propiedad como forma de ahorro.

E

Antes con 34 años estabas emparejado. Así que con 1500 de sueldo más 1500 de tu pareja te podías alquilar un pisito pequeño de 900€ y ir planteando ahorrar para la entrada de una hipoteca.

Creo que ahora hay más solteros que antes a esas edades lo que hace que todo sea más caro al afrontar gastos una sola persona.

#2 yo me veo cuando tenía 28 años, el sueldo que tenía y no podría haberme independizado sin pareja.

Dragstat

"Y la foto amaga con ir a peor", más bien va a ir a peor seguro, no veo como puede mejorar por arte de magia.

B

No sé. No debe parecerles a los jóvenes españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les hicieron nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos de hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y esa España tanto como ellos, los jóvenes españoles, los agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.

El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

Así que no permitáis, jóvenes españoles, que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.