"Me dejé engañar por estafadores en Internet. Me dejé convencer y les transferí dinero en varias ocasiones", confesó el religioso después de haber gastado 120.000 euros de fondos parroquiales en una lotería fraudulenta.
"Me dejé engañar por estafadores en Internet. Me dejé convencer y les transferí dinero en varias ocasiones", reza la declaración del religioso, de 64 años, que se ha entregado ante la Policía por un delito de fraude y ha confesado ante el obispo Gerhard Feige."
Lo de "estafadores" es porque él creía estar jugando a una lotería de verdad y no a una falsa, ¿no?
Dice que le han engañado los estafadores de internet. Sabe que Dios le va a perdonar si se arrepiente de lo que ha hecho, pero la ley no perdona igual. La carne es débil.
Comentarios
Vaya pastizal tenía esa parroquia...de los pobres sería...
Si no fuera fraudulenta el resultado perfectamente podría haber sido el mismo.
fue una orden del señor
#1 Y luego a rezar para que su dios todopoderoso hiciese que tocara.
#3 Los caminos del señor son misteriosos. Era todo parte de Su Plan.
"Me dejé engañar por estafadores en Internet. Me dejé convencer y les transferí dinero en varias ocasiones", reza la declaración del religioso, de 64 años, que se ha entregado ante la Policía por un delito de fraude y ha confesado ante el obispo Gerhard Feige."
Lo de "estafadores" es porque él creía estar jugando a una lotería de verdad y no a una falsa, ¿no?
Dice que le han engañado los estafadores de internet. Sabe que Dios le va a perdonar si se arrepiente de lo que ha hecho, pero la ley no perdona igual. La carne es débil.
Lo que él no debe saber aún es que también es un estafador. Cuando usa el dinero de sus fieles para otros fines que no son los que le corresponden.
#5 En nuestra iglesia vamos a gastar los escasisimos fondos en loteria
Es una inversión mal pensados, pensaba multiplicarlos
#9 ¿Y tu quién eres para poner en duda decisiones de un ser que no sólo te creó a ti sino a todo el universo?
lo épico sería que los estafadores ahora donaran todo el dinero a la beneficiencia... lecsión de humildad