De los nueve jueces, cinco estimaron que las demandas de condenados a muerte en Oklahoma no demostraron "un riesgo sustancial de sufrimiento" en el caso de la utilización de midazolam, un ansiolítico, para ejecutar a un prisionero, por lo que hallaron que este método era conforme a la octava enmienda de la Constitución, que prohíbe los sufrimientos "crueles e inhabituales".
Comentarios
No me puedo creer que una constitución del siglo XVIII contemple el pentotal sódico como método de ejecución.
Yo prohibiría la pena de muerte.
Vaya, matrimonio gay e inyeccion letal en una semana!
Combo!