De oeste a este del distrito de Salamanca, un barrio privilegiado de Madrid, se alarga la calle Jorge Juan que acaba por el sur en Serrano con una esquina donde la lujosa joyería Rabat establece su local. Además de tiendas de lujo, en esa vía se ubican algunos de los restaurantes más exclusivos de la capital y es allí donde muchas veces se dan cita estos "conseguidores", cuya supervivencia se basa en las relaciones sociales.
La “cultura del esfuerzo” y la asquerosa meritocracia.
Con gente de mi alrededor he tenido varias conversaciones que acaban en discusión porque por supuesto que existe la meritocracia. El que no estudia y se hace rico es porque es tonto, vago o ambas. Porque hay “becas” y el que no tenga dinero solo tiene que currárselo y ahí tiene al alcance de la mano el hacerse multimillonario. Y así, tan panchos se quedan.
Por no hablar de Instagram donde tenemos un ejército de “influencers” vendiendo el mismo mensaje. Y resulta que la mayoría (si no todos) son de familia de pasta por castigo que no han dado palo al agua en su vida y viven de hacer vídeos de su vida de rascawebos que llevan. Es que no falla. Cuanto antes se regule esto, mejor, porque vaya generación de zombies sin cerebro estamos creando.
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La “cultura del esfuerzo” y la asquerosa meritocracia.
Con gente de mi alrededor he tenido varias conversaciones que acaban en discusión porque por supuesto que existe la meritocracia. El que no estudia y se hace rico es porque es tonto, vago o ambas. Porque hay “becas” y el que no tenga dinero solo tiene que currárselo y ahí tiene al alcance de la mano el hacerse multimillonario. Y así, tan panchos se quedan.
Por no hablar de Instagram donde tenemos un ejército de “influencers” vendiendo el mismo mensaje. Y resulta que la mayoría (si no todos) son de familia de pasta por castigo que no han dado palo al agua en su vida y viven de hacer vídeos de su vida de rascawebos que llevan. Es que no falla. Cuanto antes se regule esto, mejor, porque vaya generación de zombies sin cerebro estamos creando.