La “nueva normalidad”, la aplicación de restricciones y normas de distancia social en nuestras relaciones y en nuestras rutinas diarias comieza a pasar factura a muchas personas. En especial a los “cumplidores”, a aquellos que han aceptado que para frenar la pandemia del coronavirus hay que ponerse la mascarilla si se está cerca, guardar metro y medio o dos metros de distancia al hablar con otras personas, evitar los encuentros multitudinarios, los lugares muy frecuentados o incluso los desplazamientos innecesarios
Comentarios
Durante la peste negra murió más de un tercio de Europa. Un par de raros aconsejaron lavarse las manos, evitar el contacto con los enfermos y quemar sus ropas y cadáveres. Los siglos les direon la razón: lo raros no eran ellos, eran el resto, que además de raros eran ignorantes.
La estupidez mata.
2020 no es diferente, es sólo que ahora esos gilipollas ignorantes tiene derechos y la capacidad de diseminar su ignorancia a nivel mundial gracias a internet.
#4 selección natural: antes sobrevivían los más fuertes y ahora lo harán los menos tontos.
#4 #5 Es bastante normal, la inteligencia entre la población sigue una campana de Gauss. Para salirte de la norma debes estar en uno de los extremos. Donde estarian en la edad media los que se lavaban las manos? Donde están ahora los de las mascarillas?
#4 En Canarias, Tazacorte, isla de La Palma, hubieron casos de peste negra en el año 1928. Lo que hicieron fue evacuar a todo el pueblo llevándose la gente sana y dejando confinada en sus casas a los enfermos y familiares que convivían con ella. No confinaron a todo el mundo, sino solamente a los enfermos.
https://www.eltime.es/opinion/26226-1928-la-peste-bubonica-en-tazacorte.html
El médico que atendió esa epidemia era amigo de mi bisabuelo. El pueblo en esa época estaba lleno de borrachos. A veces alguien se caí en la calle a causa de un coma etílico, llamaban a ese médico que era el único que había en el pueblo, el doctor miraba de lejos y decía, "pónganle paños de agua fría en la frente", conocía a los pacientes de lejos.
#4 plaplasplaplasplasplasplas
Aquí otro afectado. Dan ganas de decirle "¡pero pedazo de %$·%"%·$, si con esta mascarilla te estoy protegiendo a ti!". Todos sus comentarios son del estilo: eres un cagao, eres un perrito del gobierno, eres un sumiso, eres un sometido, un esclavo, etc etc etc. Y esto me lo dicen mis padres. Claro que son votantes de Vox y defensores de toda la estupidez que invade Colón en estos días
Teniendo en cuenta que yo ya pasé el Covid y que se me supone cierta inmunidad (al menos en teoría) podría quitármela y decir que os jodan a todos, pero ahí estoy, siendo responsable y recibiendo mofas a cambio. Vaya si dan ganas...
La verdad es que es agotador, sobre todo en algunos entornos, que por ir con la mascarilla y querer guardar las distancias sientes una presión constante para que te olvides de las medidas de seguridad. A mí me pasa en el entorno personal y también en el trabajo. En la oficina algunos no están respetando lo de las mascarillas y se van todos juntos a tomar café a sitios cerrados, parece que si no vas les estás dando de lado y al final es como si tuvieras que elegir entre ponerte en riesgo o el ostracismo. Lo mismo pasa con las reuniones sociales, el que no se quita la mascarilla, se acerca a los otros y come del mismo plato, acaba más o menos ignorado.
Yo me siento así. Y un par de conocidos. Es absurdo.
#1 Yo cuando terminó el confinamiento y quitaron la obligatoriedad de llevarla tuve claro que la seguiría llevando durante un par de meses más (me importan mis padres y lo más mínimo lo que piense nadie).
En algún de sitio de comida para llevar me miraban con ‘esa sonrisilla’ al verme con ella y una vez me descontaron un euro por coronavirus (no en plan burla tampoco) y lrespondí que mejor no estuviera haciendo descuentos porque a lo mejor lo iba a necesitar... esta semana me volveré a pasar...
#1 Yo también,es una pena que los que intentamos cumplir todas las normas de sanidad para evitar contagios seamos los bichos raros y los que pasan de todo porque ellos lo valen,sean los normales.
#17 Creo francamente que los que dentro de un grupo atendemos a las normas somos un incordio. El incordio de no poder decir después "todos hacíamos lo mismo".
Llevar una barra de acero para medir la distancia social y discernir discusiones ayuda mucho.
#3 que burro eres: se puede hacer perfectamente por el método Bud Spencer.
#7 Combo Mode Bofetada in the Face, con palma de mano abierta en ángulo diagonal descendente.
Tipo de Arma: natural
Puntos de daño: 4d20 + 2d10 (sónico)
Número de ataques: 1 (pa’qué más)
Lo mejor es no tener vida social.
#2 Eso mismo pensarían durante la gripe española
#8 Nada como las viejas recetas para los retos "modernos".
#11 La precaución y el sentido común son atemporales... O debieran serlo...
Pueeeeees no sé yo con los consejos de los psicólogos. Que sí, que la responsabilidad es de cada cual y allá cada uno porque la conducta de los demás no depende de nosotros. ¿Pero qué ocurre cuando esas conductas pueden afectar gravemente a nuestra salud y la de los nuestros? ¿Dónde queda nuestra libertad para conservar nuestra salud y nuestras vidas? Habría que ser tonto de remate para pensar que la mascarilla y las medidas de protección nos blindan al 100%, pero reducen considerablemente las probabilidades de enfermar. También está el factor cultural... En algunas sociedades orientales, está más presente el sentido de la responsabilidad individual hacia el colectivo. Si ese sentido es cultural y fruto de la educación, digo yo que la idiotez (en su sentido etimológico), la insolidaridad y la mal entendida rebeldía adolescente de pasados los 30, van a tener cura, ¿no? En mi trabajo, lo mismo, risitas, que no te preocupes que estoy sano (el tontolculo que lo dijo acabó contagiado) y hasta golpes en el pecho estilo lomo plateado.