Publicado hace 1 mes por Dragstat a blogs.elconfidencial.com

La tendencia la inició la estrella de rock más sofisticada y visionaria, David Bowie. En 1997, vendió los ingresos futuros de sus canciones por 55 millones de dólares. El comprador, un banquero con imaginación, cogió esas canciones y lanzó un sofisticado producto financiero. Se ponía a la venta un bono que utilizaba a estas como garantía —del mismo modo, aproximadamente, que una casa es la garantía de una hipoteca— y los compradores de esos bonos recibían un 7,9% de interés anual. Al cabo de diez años, Bowie recuperaba la propiedad.