Toni Cantó hace con Israel lo que haría con cualquier poderoso que aplastase al que menos tiene: es a lo que está acostumbrado a hacer, a ponerse del lado del matón en una pelea desigual
Mira que me desagrada lo que ha llegado a ser Toni Cantó pero de ahí a ser tan agresivo, no gracias.Que defiende algo justo el artículo sí. Que se lo merece, puede. Que hace mucho mal defendiendo a terroristas Israelies, seguro.
La pregunta que yo me planteo es la siguiente: ¿debemos criticar o secundar que se critique con tal nivel de agresividad y odio a alguien? Creo que no. Este es el porqué:
* Primero porque no es saludable y la salud es siempre lo primero.
* Segundo porque la dinámica de la agresividad se lo come todo puesto que la agresividad no deja espacio al debate, a la concienciación, ni a la mismísima verdad. La violencia no las deja respirar.
* Y finalmente, tercero aunque creo que podría encontrar más razones, no es ni mínimamente eficaz. Porque te rechazan y no te escuchan no solo los que deberían sino porque tampoco los de tu lado.
Los únicos que escuchan la agresividad son por un lado, las víctimas que buscan justicia y reconocimiento y por otro, los integristas que quieren imponerse y les refuerza la agresividad. No me refiero a los integristas islámicos aunque está claro que a ellos les refuerza sino a todos los que tienen esa tendencia dentro de castigar al ajeno cuando queda claro que se lo merece y me temo que en eso caemos todos alguna vez.
Uno debe educarse y madurar algunas cosas en la vida para dejar atrás las tendencias a la agresividad. Y este artículo provoca lo contrario. Como profe lo sé bien. Tengo que lidiar con estas tendencias que nos son naturales, cada año.
Comentarios
Fuerte contra el débil y débil contra el fuerte. Ese es Toni "chaquetas" Cantó, mierda humana.
Not so long ago...
Que este bastardo sea el fichaje estrella del PP manda huevos
#3 Próximamente, en el gobierno/administración de Ayuso
Es un artista polichaquético.
Mira que me desagrada lo que ha llegado a ser Toni Cantó pero de ahí a ser tan agresivo, no gracias.Que defiende algo justo el artículo sí. Que se lo merece, puede. Que hace mucho mal defendiendo a terroristas Israelies, seguro.
La pregunta que yo me planteo es la siguiente: ¿debemos criticar o secundar que se critique con tal nivel de agresividad y odio a alguien? Creo que no. Este es el porqué:
* Primero porque no es saludable y la salud es siempre lo primero.
* Segundo porque la dinámica de la agresividad se lo come todo puesto que la agresividad no deja espacio al debate, a la concienciación, ni a la mismísima verdad. La violencia no las deja respirar.
* Y finalmente, tercero aunque creo que podría encontrar más razones, no es ni mínimamente eficaz. Porque te rechazan y no te escuchan no solo los que deberían sino porque tampoco los de tu lado.
Los únicos que escuchan la agresividad son por un lado, las víctimas que buscan justicia y reconocimiento y por otro, los integristas que quieren imponerse y les refuerza la agresividad. No me refiero a los integristas islámicos aunque está claro que a ellos les refuerza sino a todos los que tienen esa tendencia dentro de castigar al ajeno cuando queda claro que se lo merece y me temo que en eso caemos todos alguna vez.
Uno debe educarse y madurar algunas cosas en la vida para dejar atrás las tendencias a la agresividad. Y este artículo provoca lo contrario. Como profe lo sé bien. Tengo que lidiar con estas tendencias que nos son naturales, cada año.
#2
Tantas veces dio la vuelta
a su chaqueta Mengano,
que al cabo de cierto tiempo,
más que chaqueta era un trapo.
¿De qué lado me la pongo
-decía el pobre diablo-
que los cambios no se adviertan
y pueda seguir tirando?
Y una voz, clara y serena,
bajada de lo más alto,
diciéndole con sarcasmo:
no te queda otro remedio
que ponértela de canto.
de canto o de Cantó...
lo que a ustéd le guste, señó...
#7 Qué buena! Se le ajusta como un guante.
El poema no lo conocía; ni esto tampoco:
https://www.datosfreak.org/datos/slug/origen-expresion-darse-vuelta-la-chaqueta/
#8 curioso. Yo tampoco conocía el origen de la expresión