Como en otras ocasiones, los manifestantes han acusado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de anteponer sus intereses a la vida de los rehenes, prolongando la ofensiva por motivos políticos, teniendo en cuenta que sus socios de coalición --encabezados por los ministros de Seguridad, Itamar Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich--, de quienes depende, se oponen a toda tregua en el enclave palestino.