En verano hay dos tipos de personas, las que se duchan y se perfuman, con colonia y desodorante, porque saben que el ser humano tiene un sudor que, cuando oxida, huele francamente mal, y las que confían en la fuerza con terribles consecuencias para los que tienen alrededor. Lo que no saben las personas del primer grupo es que la colonia que llevas refleja aspectos de ti que ni tú sabías. Y que no escriba en mi blog no significa que no atesore un maravilloso conocimiento en este aspecto que, por amor y empatía os voy a compartir.