El gazpacho portugués, a diferencia del de España, no se tritura. Tiene básicamente los mismos ingredientes clásicos del gazpacho (tomate, pepino, pimiento verde y cebolla) que van cortados en pedacitos muy pequeños que luego se aliñan, se le pone agua y se deja enfriar. Es algo así como una sopa-ensalada, muy fresca y original, ¡y lo mejor de todo es que es súper fácil de preparar! Solo necesitas un cuchillo para cortar todo y un refrigerador (nevera) para enfriar.