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Son las 00.58 horas del sábado y me apetece dejarme llevar. Ansío viajar a un nuevo mundo, un lugar donde quien legisle sea un poeta y la ley su creación eterna, universal, un mensaje fruto del sentimiento más sincero. No quiero que creáis que me he vuelto loco, pero ese día ha llegado, y sólo una nimia revelación ha sido necesaria para constatarlo:
Si un asesor fiscal estudiara psiquiatría o un psicólogo hiciera lo propio con la fiscalidad, no tardaría mucho tiempo en darse cuenta que uno de los organismos estatales dependientes del Ministerio de Economía y Hacienda tal vez esté padeciendo una enfermedad. Efectivamente ese organismo podría ser la Agencia estatal de administración tributaria, y la dolencia invalidante un trastorno mental llamado depresión fiscal.
Alemania, Italia, Bélgica, Portugal y España son algunos de los países que han llevado a cabo algún tipo de amnistía fiscal hace escaso tiempo; a mediados de octubre leí que Brasil estaba considerando la idea de proclamar una amnistía fiscal con la finalidad de repatriar los depósitos de los brasileños en el exterior.
Son las 00.58 horas del sábado y me apetece dejarme llevar. Ansío viajar a un nuevo mundo, un lugar donde quien legisle sea un poeta y la ley su creación eterna, universal, un mensaje fruto del sentimiento más sincero. No quiero que creáis que me he vuelto loco, pero ese día ha llegado, y sólo una nimia revelación ha sido necesaria para constatarlo:
Si un asesor fiscal estudiara psiquiatría o un psicólogo hiciera lo propio con la fiscalidad, no tardaría mucho tiempo en darse cuenta que uno de los organismos estatales dependientes del Ministerio de Economía y Hacienda tal vez esté padeciendo una enfermedad. Efectivamente ese organismo podría ser la Agencia estatal de administración tributaria, y la dolencia invalidante un trastorno mental llamado depresión fiscal.
Alemania, Italia, Bélgica, Portugal y España son algunos de los países que han llevado a cabo algún tipo de amnistía fiscal hace escaso tiempo; a mediados de octubre leí que Brasil estaba considerando la idea de proclamar una amnistía fiscal con la finalidad de repatriar los depósitos de los brasileños en el exterior.