El programa de Cuarto Milenio tiene distintos contenidos, unos me gustan más, menos y otros no los veo. En general, me paso un buen rato y ya soy mayorcito para discernir entre lo razonable o lo fantástico. De lo poco que veo en television.
A Enrique de Vicente, se le va la olla y mucho, me troncho con el. Ve una conspiración hasta en la cola del pan y qué hay de malo.
Me pongo en lugar del coloborador y me pregunto qué esperaba. Si, mas o menos, la dinamica de los debates es siempre la misma. Y, aunque le pese a más de uno, es de los pocos programas de la parrilla que creo se expresan libremente.
Que sea de derechas, izquierda, mediopensionista o del Opus me da igual.
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Tengo un profundo respeto y cariño para el Dr. Candel. Mi pesame para su familia y amigos.
Y para los que ponen en duda al Dr. Candel creo que no son conscientes de lo que dicen. Su pecado, decir basta, a las decisiones sin sentido que se toman por nuestra clase politica amparada en esta partitocracia que inunda desde asociaciones de vecinos hasta sindicatos. Comprometerse, significarse, luchar Quién hace eso en España? Los intelectuales, han desaparecido hasta la proxima feria del libro. Los sindicatos, que no sabemos que intereses defienden. La universidad, despojada de alma.
Telegrafiado, saca a Granada a la calle y paraliza la decisión politica de cerrar un hospital. Perdón, en esta España me parece más complicado eso que ganar un mundial.
Y no contento con eso, sigue luchando, señalando las injusticias. Seguramente, no con las mejores formas pero si con el mejor fondo.
Toda este compromiso politico le paso factura en lo personal y en su fisico. Total transparencia, lo podeis ver en sus videos.
Esta España, con mentalidad de siervo, necesitaria a mil Candel más y se ha ido el único que teniamos.
Descanse en paz.