Si, Ferk, pero si lees el post verás que habla de un dormir muy especial, muy concreto. La autora no dice dormir porque te haya vencido el sueño (que te quedes dormido en un tren o en una acampada), sino que se refiere al dormir como un acto de voluntad, de querer pasar la noche dando calor a ese alguien, entregándole tu vulnerabilidad (estando dormido, quedas totalmente a su merced: puede hacer contigo lo que quiera). Estoy de acuerdo, por otro lado, en eso que dices de que actos tan cotidianos como enseñar a jugar al tenis o cocinar pueden tener la misma importancia desde el punto de vista emocional que follar o dormir, siempre y cuando se hagan con la persona a la que quieras.
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Ferk, es verdad que te puedes entregar hasta en la "más inocente de las caricias", pero el dormir es especial, por la vulnerabilidad que implica. En el sueño quedas completamente inerme: al no estar consciente, eres totalmente vulnerable. Desear dormir con alguien como acto de voluntad, equivale, como dice la autora, a una entrega total, a decirle a esa persona: "haz conmigo lo que quieras". Por otro lado, creo que a estas alturas de la historia son minoría (una minoría prejuiciosa) los que hablan de "dulce y puro" como antónimo de sexual. El sexo puede ser sexo sin más (simple anhelo de colmar una pulsión física, juego, diversión), pero también puede ser el acto más dulce y puro del mundo, dependiendo de las circunstancias. En fin, yo, evidentemente, creo, como dicen unos cuantos por ahí, que lo mejor es follar, dormir y luego volver a follar y volver a dormir y volver a follar y volver a dormir, y así hasta el infinito (jaja).