Salir a aplaudir ni ayuda ni molesta a nadie. Cada uno es libre de salir a aplaudir sin tener que soportar que lo llamen zombie o de quedarse en el sofá sin aplaudir sin que lo tilden de inhumano. La censura nace de eso, del poco respeto que hay hacia cada persona.
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Yo no aplaudo porque no me apetece.
Creo que esto no me hace ni mejor ni peor persona.