Oigan, oigan, que se están Vds. rasgando las vestiduras cosa mala. Veamos, ¿de dónde sale esa idea de que cualquier grupo de hojas encuadernadas es algo necesariamente venerable y sacrosanto? ¡Anda que no hay toneladas de libros que estarían mejor calzando mesas! Y si de lo que se trata es de parar los hipotéticos ataques que sufre la literatura, o la cultura en general, estoy convencido de que un mal libro, exquisitamente preservado en una biblioteca, hace mucho (pero mucho) más daño que una buena escultura que destruya unos cuantos ejemplares. Además, ni que fueran ejemplares únicos e insustituibles...
En definitiva: consagrar el objeto libro como tabú no tiene nada que ver con una defensa de la cultura,sino, más bien, con una superchería incomprensible o un pedante esnobismo.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Oigan, oigan, que se están Vds. rasgando las vestiduras cosa mala. Veamos, ¿de dónde sale esa idea de que cualquier grupo de hojas encuadernadas es algo necesariamente venerable y sacrosanto? ¡Anda que no hay toneladas de libros que estarían mejor calzando mesas! Y si de lo que se trata es de parar los hipotéticos ataques que sufre la literatura, o la cultura en general, estoy convencido de que un mal libro, exquisitamente preservado en una biblioteca, hace mucho (pero mucho) más daño que una buena escultura que destruya unos cuantos ejemplares. Además, ni que fueran ejemplares únicos e insustituibles...
En definitiva: consagrar el objeto libro como tabú no tiene nada que ver con una defensa de la cultura,sino, más bien, con una superchería incomprensible o un pedante esnobismo.