#30 Podrías ser tan amable de dar ejemplos de esto? "Eso quiere decir que la cultura en la que nacemos indica a los hombres, de múltiples maneras, que están por encima de las mujeres".
Respecto de tu comentario se nota mucho que tienes un sesgo muy parcial porque tratas solo los problemas de las mujeres, no me extraña que los chicos se distancien, no hay más que ver que en tu discurso lo relevante es como se siente o como está una mujer, discriminando al sexo opuesto. Como se observa en frase como: "Como es un asunto poco importante, ellas ceden por no defraudar" entre otras perlas.
Mal vamos por este camino, la verdad, muy mal.
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Me he registrado por aportar mi granito de arena, ya que me he dedicado los últimos años a la prevención y sensibilización y también al acompañamiento de las mujeres que deciden buscar herramientas para poner fin a la relación (terapéuticas, laborales, legales, etc.).
Al principio (hace unos 10 años) formaba parte de lo que entiendo que se considere chiringuito, las entidades del tercer sector, en realidad, sobreviven de la desgracia ajena, pero eso para otro día. En los últimos 4 me especialicé en violencia de género y trabajé desde la administración pública.
En las "charlas" que yo imparto siempre ofrezco que esté presente el profesorado, punto uno, para que podamos luego hablar sobre lo que han visto. Esta parte es fundamental ya que el profesorado no está formado en el tema. Los padres/madres tampoco. Como en cualquier otro ámbito de preocupación social, la mayoría de personas (que nadie se ofenda, hablo en términos generales) sabe lo que sale en la tele. Entender lo que percibe un adolescente, y cómo reacciona, es otra cosa. Y la realidad es que la mayoría del profesorado no se queda en el aula. Están saturados y les viene fenomenal utilizar ese tiempo para otra faena. Así que problema uno: las personas adultas que pasan la mayor del día con menores en sus contextos de seguridad, no han recibido formación de calidad sobre el tema.
Al principio de diseñar este tipo de charlas, las indicaciones o pautas que te dan es que, al tener poco tiempo vayas a "lo importante". Y como dicen por ahí, lo importante, aunque no lo parezca, no son las muertas, sino las vivas. Creo que en un ejercicio de aprovechar los recursos, se intenta sensibilizar desde lo más dramático, que son las agresiones físicas extremas, para intentar evitarlas, olvidando toda la violencia psicológica que la sostiene (que es mucho más habitual, sutil, y que forma parte normalizada de las relaciones de pareja de amor romántico tradicional desde la adolescencia). Así que en mi opinión, problema dos: los chavales perciben la violencia de género como el asesinato, así que les queda muy lejos de su realidad, pierden el interés y se pasa por encima de la violencia de corte emocional (esa que en el futuro de la relación donde esté presente, sostendrá que las mujeres encuentren un sinfín de barreras para romper la relación, y por lo tanto entren en riesgo mucho más real para sus vidas).
En los últimos años diseñamos los talleres de otra manera, y es algo que la gran mayoría de chicos y de chicas valora como "lo mejor" de las charlas que doy, y es que les hable con claridad y honestidad. Y la verdad de lo que les cuento es simple: el amor es maravilloso, pero hay que construirlo, y consiste en sentirse bien con la otra persona. Dedicamos mucho más tiempo de la hora del taller a hablar de lo emocionante, de lo que nos tiene que aportar la otra persona, y de lo que tenemos que aportarle a una pareja. Y dedicamos un espacio pequeño, que con todo lo anterior queda clarísimo por sí mismo; que el amor de pareja no es incondicional, que el principal sostén es el amor a uno mismo y que hay que aprender a comunicarse con los demás y buscar ayuda si hay dudas. Y la gran mayoría de profesionales del tema tiene este enfoque.
Por dejar anotado hacia dónde deberíamos ir en la prevención, que era un poco el tema planteado. No entro en las causas del machismo ni de la violencia de género, porque son construcciones culturales que no van a cambiar de momento, al menos, y tal y como se comenta por aquí, las tendencias no indican que llevemos una mejora clara en los patrones culturales que tiene de fondo. Eso quiere decir que la cultura en la que nacemos indica a los hombres, de múltiples maneras, que están por encima de las mujeres. Y eso significa que en las clases hay chicos y chicas que tienen claro este mensaje. Y por eso, en este momento de rearme ideológico, el camino pasa también por hablarles claro a las chicas: ellos no cambian; cambian de pareja. Lo dicen todos los profesionales que trabajan con maltratadores, es increíblemente difícil que ellos reconduzcan su manera de entender la relación y de hacerse valer.
La inmensa mayoría de las mujeres que acompaño que deciden romper con la relación donde había violencia, cuentan la misma historia: todo empieza de forma ideal, bonita, como en las pelis románticas, hasta que llega un día en el que ella decide ponerse como prioridad (y puede ser en la cosa más irrelevante, salir, vestir, las redes sociales, los amigos) y ellos no lo pueden sostener porque lo viven como un pérdida de poder. Como es un asunto poco importante, ellas ceden por no defraudar, y lo poco importante acaba siendo todo el día a día. Y como está normalizado y se han dejado a las amigas y qué van a decir/no me van a creer y qué voy hacer con mis hijos/con mi vida "sola", pues mejor malo conocido. Es una forma de resumirlo mucho, pero es la realidad que nos encontramos.