Gracias por el artículo, que describe la situación (y sus posibles salidas) a pequeña escala, a nivel personal. Pero el problema de la dación en pago sólo tendrá una solución definitiva por la vía política. Y no me refiero a que un partido político español la utilice como promesa electoral, sino a que la Unión Europea tome cartas en el asunto.
Hay que denunciar la situación ante instancias superiores a las que benefician a los bancos a nivel local.
Una obra realmente espectacular. El primer cuadro de la galería online es una maravilla, sin menospreciar el resto. ¡No hay que perder de vista a este artista!
La televisión "de calidad" está renovando la narrativa tradicional, y consiguiendo lo que no han logrado otras artes: atraer a un público joven y sorprender a los más veteranos.
Pienso que es tiempo de que la litertura se nutra de ideas, estilos y temáticas ya explotadas por las series de televisión y los videojuegos. ¡Podrían surgir obras realmente interesantes para los más jóvenes de esta forma!
Curioso. Es sorprendente lo mucho que se ha complicado la vida el ser humano sólo por tener la sensación de que existe algo "más allá"..., y lo muchísimo que ha descuidado el "más acá" precisamente por eso.
"[Inserte institución religiosa] pide al gobierno de [inserte país laico sólo en apariencia] que prohiba [inserte cualquier cosa que pueda ser demonizada para asustar a la gente reaccionaria] por atentar contra la moral y las buenas costumbres".
Resultado: El medio de turno se beneficia por las ventas o visitas generadas por un titular amarillista, la institución religiosa de turno suma un par de nuevos adeptos, y la población pensante (la mayoría) encuentra un nuevo ejemplo para demostrar la manipulación a la que ha estado sometida la humanidad debido a su miedo al cambio y a la diferencia.
No puede haber nada mejor que infundir miedo, señores; eso significa que se está un paso por delante de los demás. Ricky Martin puede estar orgulloso de ser el nuevo hombre del saco.
Es curioso como las editoriales españolas siguen fomentando la piratería y demostrando que no creen en los e-books. Parecen desesperadas porque la gente se descargue gratis parte de su catálogo (y eventualmente alguno decida comprar la edición impresa), y mantener así a flote su antiguo modelo de negocio.
El precio de los e-books es demencial y ridículo. Ojalá más autores sigan apostando por autoeditar sus obras en formato electrónico, y los lectores se acostumbren a no recurrir a los grandes sellos editoriales en busca de calidad (pues no siempre la encontrarán).
¡Lo que me gustaría que censuraran el mío! Aunque no tengo por qué quedarme con las ganas, tengo todas las papeletas de que lo hagan. ¿Cuándo se ha visto un cuento de hadas protagonizado por un personaje transexual? Y dónde además se le hable a los niños y adultos sobre las adicciones, la adopción homoparental, la muerte, la depresión, los trastornos alimenticios, los derechos del colectivo lgtb...
No sabía que Diego Manuel Béjar estuviera detrás de esta iniciativa. Me alegra saber que están naciendo nuevas editoriales lgtb; ojalá éstas apuesten por una literatura más allá del erotismo, el amarillismo o las reediciones de algunos clásicos.
Se puede hacer literatura lgtb "desde" el colectivo para el público generalista, y tratar así de educar en la tolerancia, la normalización y la defensa de nuestros derechos.
¡Ojalá más gente se lance a la piscina, publique sus obras en Internet, y obtenga el mismo resultado!
Yo mismo he comenzado la publicación online, gratuita y paulatina de mi novela inédita "Heliópolis: El Blues del Hada Azul", y hasta la fecha he obtenido críticas excelentes. Os invito a leerla en www.elBluesDelHadaAzul.com
Un aplauso para Juan Pina. ¡Enhorabuena!
G. Campanella
"¿Sabías que el Hada Azul de Pinocho nació siendo un chico?"...
Es precisamente a los niños a quienes más hay que hablarles sobre el colectivo lgtb..., para acabar con el acoso homofóbico que le costó la vida a Jamey Rodemeyer, por ejemplo.
Nadie nace siendo homófobo; los jóvenes aprender a serlo tras ver el comportamiento de su entorno hacia gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Ocultar esta realidad y convertirla en un tabú tampoco va a ayudar a nadie a formarse en la tolerancia y el respeto hacia los demás.
Yo, por mi parte, seguiré apostando por hablar a los niños (y a los adultos, de paso), del colectivo lgtb desde un punto de vista positivo, natural y abierto. ¿Y qué mejor vehículo para hacerlo que a través de los cuentos de hadas?
Hay que denunciar la situación ante instancias superiores a las que benefician a los bancos a nivel local.