A los políticos les molesta, pero lo que nos demuestran dia a dia es que son "casi" todos iguales. El PSOE dio un recital de corrupción en los gobiernos de Felipe González, luego llegó el PP, parecía que se comportaba de forma más limpia pero no dejan de salirles trapos sucios.
Al gobierno de Aznar se le acusó de mentir en el 11-M y Rubalcaba nos decía que ESpaña no se merecía un gobierno que mienta. ¿Y Zapatero? ¿Cuando decía la verdad? ¿Cuando en septiembre negaba todavía la crisis y aseguraba que íbamos a pasar a Francia en renta per càpita o cuando dice que estamos en una profunda crisis que nos costará de sueprar? ¿Cuando dijeron la verdad, cuando decían que en los trenes del 11-M explotó "goma 2 eko y vale ya ..." o ahora que uno de los peritos afirma que explotó detadine, el mismo explosivo que siempre utiliza ETA?.
Son todos tan falsos y mentirosos que al final no sabemos a quien creer, nos axfisian con el desánimo y la consecuencia es que la inmensa mayoría de los españoles tiene una nefasta opinión de la política y la justicia.
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El debate nuclear es agrio, pero necesario. En España se ha vendido demasiado humo sobre este tema y se ha mentido descaradamente para crear una opinión pública totalmente enfrentada a la energía nuclear que ha provocado que paguemos uno de los recibos de la luz más caros de Europa.
Es verdad que la Energía Nuclear contamina y que los resíduos permanecen activos durante cientos o miles de años, pero eso no invalida su uso a corto plazo salvo que renunciemos a la electricidad. El parón nuclear nos cuesta a los españoles un buen recargo en la factura eléctrica (invito a todos los lectores a que lean detenidamente el recibo de la luz) y encima, a pesar de que se nos vende que ESpaña está en contra y que no construímos mas centrales nucleares, seguimos utilizándola a gran escala porque no hay mas remedio. ¿De dónde la sacamos, entonces, si en nuestro país no la producimos?. Pues muy fácil: La compramos a Francia y a Portugal, que se frotan las manos de alegría cada vez que en España se cierra una vieja central o se renuncia a la construcción de nuevas.
No producimos bastante electricidad con las centrales términas (por cierto, mucho más contaminantes) y con las denominadas energías renovables, que a aparte de que su rendmiento es exiguo, el precio por kilowatio es hasta 8 veces superior al de una central nuclear, con lo cual nuestros costes eléctricos se disparan. Francia y Portugal, menos tontos que nosotros, nos la venden a precios elevadísimos, consiguiendo grandes beneficios y encima las sitúan a escasos kilómetros de las fronteras españolas. ¿Qué diferencia hay entre que una central nuclear esté cerca de Barcelona o en Perpiñán?. Pues eso, casi ninguna, salvo que la factura se multiplica por cinco.
Lo que hay que hacer, hoy por hoy, es invertir en algo que los japoneses llevan mucha ventaja: En el reciclado de los resíduos nucleares, altamente activos, de modo que se reaprovechan en otras centrales y se baja su radiactividad a menos de 100 años. Si se investiga en este campo, estoy seguro que podríamos llegar a dismunuir la peligrosidad de los resíduos hasta límites aceptables, y mientras tanto, nos beneficiaríamos de una electricidad mucho más barata.