Pero como va a ser más fuerte un regimen si nadie lo apoya en las urnas, es ridículo, no puede ser simple ignorancia y desatino sino que son intentos de desinformación intencionados. El voto sea al partido que sea es la señal de que el sistema cuenta con la aquiescencia de los ciudadanos, de que éstos aceptan las reglas de juego. La abstención masiva es el mayor enemigo de la partidocracia, lo que les retira la legitimidad, la autoridad moral, el permiso de los gobernados, al mismo ministro Margallo se le escapó hace poco en una tertulia.
Para los fanáticos del sistema proporcional de listas: La democracia se basa en que los ciudadanos tengan representación política y en que exista separación de poderes en origen (elecciones separadas). La única forma de que exista representación es votando a candidatos únicos (entre varios que se presenten) en distritos pequeños y que dicho diputado cobre su sueldo del distrito que lo elige. Ese representante podrá votar libremente en el congreso según su conciencia y los intereses de su distrito y no según lo que diga el jefe del partido como en los sistemas como el nuestro. Es puro sentido común y así lo cuenta la filosofía política.
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Pero como va a ser más fuerte un regimen si nadie lo apoya en las urnas, es ridículo, no puede ser simple ignorancia y desatino sino que son intentos de desinformación intencionados. El voto sea al partido que sea es la señal de que el sistema cuenta con la aquiescencia de los ciudadanos, de que éstos aceptan las reglas de juego. La abstención masiva es el mayor enemigo de la partidocracia, lo que les retira la legitimidad, la autoridad moral, el permiso de los gobernados, al mismo ministro Margallo se le escapó hace poco en una tertulia.
Para los fanáticos del sistema proporcional de listas: La democracia se basa en que los ciudadanos tengan representación política y en que exista separación de poderes en origen (elecciones separadas). La única forma de que exista representación es votando a candidatos únicos (entre varios que se presenten) en distritos pequeños y que dicho diputado cobre su sueldo del distrito que lo elige. Ese representante podrá votar libremente en el congreso según su conciencia y los intereses de su distrito y no según lo que diga el jefe del partido como en los sistemas como el nuestro. Es puro sentido común y así lo cuenta la filosofía política.