Es absurdo. Algunos católicos adolecen una especie de esquizofrenia cronológica y juzgan lo presente por lo pasado, por no hablar de su aficción por las historias macabras. ¿Qué tendrá que ver el Halloween de hoy en día (una excusa para beber, disfrazarse y hacer el moñas) con los ritos del pasado y los puntuales sacrificios de una panda de pirados? Madres aprehensivas: si no quieren que sus hijos tengan pesadillas no les den a leer panfletos católicos.
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Ahora que su cabeza de turco abandona la Casa Blanca, ¿de qué va a vivir el señor Moore?