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Hoy nos toca trabajar. Tampoco vayáis a pensar que es cuestión de dejarse la piel y agotarnos sin remedio en la tarea que os propondré, pero sí que deberemos poner un cierto esfuerzo en ella. Lo primero: subirnos al tejado. Se me olvidaba decirte, antes de que te muevas hacia otra parte ante la falta de interés por una tarea tan rutinaria, que el techo del que habla el titular, no está sobre tu cabeza, sino en tu cabeza.
Un lector del blog me envío este párrafo que transcribo y que me pareció que retrataba perfectamente nuestro modo de vida actual: “Hoy en día, gastamos más, pero disfrutamos menos. Casas más grandes pero familias más pequeñas. Tenemos más compromisos, pero menos tiempo, más conocimientos, pero menos juicio. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero a cambio de haber reducido nuestros valores.” Queremos más de todo. De hecho, cuanto más mejor. Lo importante parece que es acumular (no importa qué) y sentir que no nos falta de nada. ¿De nada?
Hoy nos toca trabajar. Tampoco vayáis a pensar que es cuestión de dejarse la piel y agotarnos sin remedio en la tarea que os propondré, pero sí que deberemos poner un cierto esfuerzo en ella. Lo primero: subirnos al tejado. Se me olvidaba decirte, antes de que te muevas hacia otra parte ante la falta de interés por una tarea tan rutinaria, que el techo del que habla el titular, no está sobre tu cabeza, sino en tu cabeza.
Un lector del blog me envío este párrafo que transcribo y que me pareció que retrataba perfectamente nuestro modo de vida actual: “Hoy en día, gastamos más, pero disfrutamos menos. Casas más grandes pero familias más pequeñas. Tenemos más compromisos, pero menos tiempo, más conocimientos, pero menos juicio. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero a cambio de haber reducido nuestros valores.” Queremos más de todo. De hecho, cuanto más mejor. Lo importante parece que es acumular (no importa qué) y sentir que no nos falta de nada. ¿De nada?