Manda cojones que el Gobierno del derroche presupuestario nos pida a los ciudadanos que arrimemos el hombro. Para que empecemos nosotros a arrimar el hombro como nos dice el señor Sebastián, primero deberíamos percibir un cambio de actitud del Gobierno. Podríamos congelar los sueldos de los ministros, tunear menos los coches oficiales, bajar impuestos como el de sociedades, etc.
Para salir de esta crisis quien primero tiene que mover ficha es el Gobierno, y cuando los ciudadanos veamos que se toman medidas SERIAS (no el Plan E ni paridas por el estilo), ya nos encargaremos nosotros de reivindicar el producto español. Está claro que la familia en paro comprará los productos más baratos; hay gente que hasta busca entre las basuras.
Así que Sebastián, baja de tu nube y ponte a currar. Hay que predicar con el ejemplo.
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Os recomendaría un libro interesantísimo que trata este tema en profundidad. Es del recientemente fallecido Samuel P. Huntington, se llama "¿Quienes somos? Los desafíos a la identidad nacional estadounidense".
El libro explica la importancia que tiene la religión en la sociedad norteamericana y, oh sorpresa, no se parece en nada a la importancia que tiene en Europa. Para empezar la confesionalidad de Estados Unidos no es exclusiva a la religión Cristiana. Bush es el primer Presidente de Estados Unidos que en su discurso de investidura pronuncia el nombre de Jesucristo; hasta él, cualquier mención a Dios se refería a una idea de Dios mucho más flexible. Ningún judío, musulmán, budista, shintoista, hindú, etc. se siente ofendido por la confesionalidad del Estado estadounidense porque sabe que el Dios al que hace referencia es el Dios de cada uno; un mismo Dios que se manifiesta de maneras distintas para cada confesión. No podría estar más de acuerdo con ese razonamiento.
Por otro lado, los Americanos son mucho más reacios a que llegue a la presidencia de EEUU una persona agnóstica o laica que un musulmán, por muy chocante que su fe pueda ser con la sociedad mayoritariamente cristiana. Os pongo un ejemplo: Al Gore tuvo que reiterar su fe en Dios durante su campaña electoral en el 2000, ya que muchos temían que su agnosticismo era una mala señal. Los americanos sencillamente le dan una importancia mayor a la Religión, chocando frontalmente con el laicismo y agnosticismo que predomina en Europa. No pasa nada, yo soy agnóstico y me parece muy bonito que los norteamericanos sean tan religiosos, es algo que honestamente considero digno de admirar. Porque al final no hay país que siendo tan religioso sea tan respetuoso con la diversidad de creencias.
Leed ese libro si tenéis la ocasión porque es de las mejores explicaciones que he encontrado a la religiosidad de EEUU. Obama está siendo un auténtico Americano haciendo mención a Dios.
Y como siempre, nunca intentemos estudiar la política, economía o sociedad norteamericana con los instrumentos, juicios y teorías de Europa.