Un pueblo que no tiene cojones para defender sus derechos y un reparto justo de la riqueza que todos generamos esta condenado a ser un pueblo robado y explotado, podrido de corrupción y pobreza. Tenemos lo que merecemos. Tenemos potencial para ser Dinamarca, pero preferimos ser Españistan.
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Estas cosas ocurren con esta facilidad porque, aparte de la previsible corrupción, la derecha siempre ha valorado más la "generación de riqueza" que la justicia social. Los "liberales" siempre citan las libertades individuales, pero sólo les veo esforzarse por las libertades de los poderosos. A veces siento que esta gente son los quintocolumnistas de los empresarios.