No sé ni por dónde comenzar tras leer tal sarta de tonterías del patapollo este. Me ahorraré un cierto psicoanálisis de quien parece tener complejo ante los jueces por no tener ni la constancia ni los bemoles de opositar, y que si bien parece admirarlos y respetarlos quiere suplir su falta de intento con la creencia de que por lo menos ha vivido más que los jueces, y que los mismos no están preparados para serlo porque no han tenido vida. Te animo a intentarlo, la edad no es un problema.
Como si las oposiciones exigieran ser ermitaños o monjes que viven en las montañas durante años sin tener cobertura, ni contacto con nada ni con nadie más que con sus libros. Opositar requiere estar solo estudiando durante horas, pero como muchas otras profesiones que tienes que estar en un despacho o en oficina durante 10-12h. Un opositor sale menos, o no tiene un “equipo de trabajo” pero descansa un día a la semana, tiene familia, tiene amigos, tiene compañeros opositores, tiene preparador, novios, novias, sale de fiesta, se relaciona, se enamora habla, cuentas sus problemas, lee las noticias, hace deporte, tiene redes sociales,etc.Su vida se ralentiza a nivel personal por la falta de ingresos y trabajo estable (como le ocurren a miles de jóvenes trabajadores precarios), así como puede disponer de menos tiempo, pero un opositor no se aísla de la sociedad y sufre, vive y ve los mismos problemas que cualquiera. Los opositores y los jueces somos parte de la sociedad y por lo tanto es imposible aislarnos de ella.
Cierto es que las oposiciones suponen un importante desembolso económico. Sin embargo, al comparar esta cantidad con el precio de los másteres (como el de abogacía) que hoy son cuasiobligatorios en el mercado laboral, no es un coste tan abultado. No obstante, está claro, que ese coste puede ser muy elevado para las personas más desfavorecidas. Para ello, deben recuperarse las becas del Ministerio de Justicia para opositores a la carrera judicial y fiscal,. En la actualidad son las asociaciones judiciales, con APM desde 2016, y AJFV recientemente, las únicas que están otorgando ayudas al cuerpo de opositores de judicatura.
Es más, los graduados en Derecho de origen más acomodado no suelen opositar, suelen ir a universidades privadas, hacer máster en el extranjero o escuelas de negocio para acceder a puestos de trabajo mejor remunerados en importantes despachos o multinacionales.
Casi todos los países tienen un sistema similar de pruebas, docencia y prácticas. Francia, Italia, Alemania, Portugal, Rumanía, Polonia, Bulgaría, etc. todos igual. ¿Sabes que hay concursos internacionales e intercambios en el extranjero de jueces donde en su mayoría son jueces jóvenes y eso es como si fuera un Erasmus judicial? Ya te han explicado que estamos un año en la Escuela Judicial y un año en prácticas pasando por distintos juzgados.
Mira, te voy a contar anécdotas que conozco como juez que soy. Muchos jueces, proceden de familias clase media y humildes cuyos padres han hecho muchos esfuerzos para ayudar durante varios años a sus hijos mientras opositaban. Muchos son hijos de panaderos, pescadores, comerciantes, autonómos, profesionales liberales, funcionarios, etc. Aunque estadísticamente puedan ser minoría, muchos han ayudado en negocios familiares, han trabajado de socorristas, vendedores, azafatas, y otros trabajos precarios y algunos han dejado carreras prometedoras en importantes despachos o empresas jugándoselo al todo o nada para ser juez. Podrás decirme una minoría, pero ¿dime cuántos universitarios trabajan en España durante sus estudios? ¿Cuántos universitarios dedican sus veranos a prácticas remuneradas en empresas u ONGs o se cogen años sabáticos? Eso en España no es habitual, y sin embargo, pretendes que para los jueces sea norma general.
Te puedo decir jueces que hacen boxeo, juezas cinturón negro de kárate, magistrados campeones de tiro o juezas que saben perfectamente defensa personal. Juezas de veintipocos años que en un pueblo desconocido a miles de kilómetros de su casa investigados por violencia de género, les han dicho, “no hablo contigo niña, que venga el juez”, o “menuda juez esta niñata” y eso lo más suave. Abogados de pueblo de toda la vida, que creyendo que la sala de vistas es su cortijo se presentan diciéndoles “chiquilla” y queriendo dejar claro quién manda allí o cuestionando su autoridad. Detenidos que intentan quitarse las esposas y pegar al juez, que te amenazan en la vista de prisión provisional o incluso hay que quitarles los bolígrafos por si les da por clavárselo a alguien. Jueces que tras mandar a alguien a prisión, se encuentran a 20 familiares del preso en la puerta rodeando su coche para hacer presión. Jueces jóvenes en Cataluña con un idioma distinto, a miles de kilómetros de su casa, con funcionarios independentistas que sólo tratan de boicotear el trabajo y con pintadas amenazantes en los juzgados, montículos de mierda en la entrada o muñecos colgados de una horca que visten toga. Jueces que su familia ha tenido que dejarlos e irse a otra ciudad, y jueces que dan vueltas a rotondas y hacen maniobras de contravigilancia por seguridad porque investigan a narcotraficantes y gente peligrosa.
Pero resulta que a un juez no le han pegado un puñetazo en su vida, venga hombre. Que los jueces no se han enamorado, ni hemos hecho botellón, ni tocamos la guitarra. Como si hubiéramos opositado no desde los 23 años, sino desde los 5. Como si no hubiéramos ido al instituto, ni a la Universidad ni hubiéramos hecho lo propio de esas edades. Tú no sabes lo que es la Escuela Judicial. El año de Erasmus es una fiesta de parbulitos comparado con ese año. Hay jueces que rompieron relaciones mientras opositaban aun sabiendo el desequilibrio que eso podía producirles al salir de su zona de confort, opositores que sus parejas no comprendieron el esfuerzo y sacrificio que hacían, opositores que vieron que sus amigos les dejaban de lado por no poder salir todo el fin de semana, gente que mientras estudiaba se le ha muerto su padre, o que no podían ver a su abuela agonizando porque tenían que estudiar. Sin jefes, sin órdenes más que el deber propio y con unos padres que le animaban a que a la abuela está bien, haz que esté orgullosa de ti. O la culpa de opositar cuando uno de sus padres quedarse en paro. Opositoras que se han quedado embarazadas o que han comenzado a salir con su preparador bastantes años mayores que ellas. No sabes lo que es tener 28-29 años y verte en casa de tus padres, sin ingresos y sin saber en caso que no apruebes, qué será de tu vida en plena crisis ni la presión y el estrés que ello conlleva. Se trata de un salto mortal sin red y para eso hacen falta muchos huevos.
Gente que tras años de relaciones, aprueba y se vuelven a enamorar y cortan relaciones de años. Cuernos, triángulos amorosos, rupturas casi en el altar, jueces con parejas psicópatas, embarazos sorpresivos. Jueces que salen del armario y otros que cierran tugurios en Barcelona por cuatro duros para beber cervezas y que se conocen la noche barcelonesa mejor que los jugadores del Barça. Hablas de faltar a clase y no sabes la asistencia que hay a ciertos cursos y ponencias del Poder Judicial tras noches de farra y karaoke nocturno. Juezas que se casan y otras que tienen que ir a tratamientos de fecundación in vitro para quedarse embarazadas. Hay magistrados de altos tribunales famosos por su guitarra en fiestas privadas y jueces que han sido multados por orinar en la calle en botellones y se han tragado la multa y han guardado bien profundo su carné de autoridad judicial. No olvidemos cierto magistrado que tuvo que dimitir por superar la tasa de alcohol conduciendo una moto y que lo primero que hizo fue conformarse con la pena. Y algunas de estas cosas no son como para presumir, pero existen y existirán.
Pero sabes qué ocurre. Que somos humanos aunque no sepas verlo y que todo eso es nuestra vida privada y no te importa ni a ti ni a nadie. No tenemos que contarlo ni presumir ni lamentarnos de ello. No tenemos por qué enseñártelo para que dejes de pensar que somos ángeles sin sexo. Porque somos Poder Judicial. La Justicia no tiene cara, ni voz, ni palabra, cada uno de nosotros somos esa imagen de la Justicia. Nuestras palabras, actuaciones y decisiones de cada uno de los 4500 jueces y magistrados en activo afectan a esa percepción pública de la Justicia. Esto supone que como representantes de ese poder tenemos que desarrollar un perfil institucional. Debemos transmitir los principios y valores que la sociedad demanda de nuestra profesión: profesionalidad, seriedad, preparación, institucionalidad, respeto, excelencia, seriedad y dignidad.
No podemos transmitir imagen de borrachos, puteros, irracionales, violentos, guarros o macarras. Porque tampoco lo somos. Y porque tampoco eso es vivir, y quizás tampoco la mejor forma de vivir.
Pero este artículo no va de la verdad, va de complejos, de leyendas urbanas, de falsos tópicos e injustas generalizaciones, de falsedades y de contribuir a las campañas de descrédito y de menoscabar la reputación de la Justicia con el fin de dañar las instituciones, la separación de poderes, la independencia judicial, y la democracia en sí misma.
En fin pollopapa, no tienes ni puta idea.
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#55 pero vamos a ver, en la facultad de Derecho visitas la cárcel. En la Escuela Judicial también. Es más en la Escuela judicial se hacen entrevistas con presos, se les pregunta por su situación, sus experiencias, cómo se sintieron juzgados, su pena, se habla con psicólogos de la prisión. Hay cursos de formación continua sobre temas penitenciarios cada año con presencia en cárceles ... ¿pero qué idea de jueces os creéis que tiene este país? ¿Os creéis que cuando se envía a alguien a prisión es sencillo? ¿Sabéis que la gente ante el juez se echa a llorar, se tira al suelo, habla de sus hijos o de su familia y niega como si no hubiera un mañana cualquier cosa que haya hecho? ¿Sabéis que los jueces tenemos seguros de responsabilidad civil de hasta un millón de euros porque dejarte un preso en la cárcel fuera de plazo o mandar a alguien a prisión equivocadamente te puede costar no solo tu carrera sino también tu patrimonio? Y mientras tanto, unos diciendo que no sabemos lo que es el talego, y otros diciendo que nadie en España va a la cárcel, que las penas son 4 días y bla bla bla