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La educación ambiental es fundamental para lograr un desarrollo mundial sostenible y de respeto por la madre tierra. Se trata de un proceso formativo que parte del entorno familiar, de cada individuo, las comunidades, la sociedad y el Estado.A través de diversas prácticas pedagógicas se pueden renovar y estimular los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de los países para contribuir a minimizar la pobreza y otros problemas globales contemporáneos, incluyendo, los problemas del medio ambiente a nivel global. Es fundamental propiciar la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la educación ambiental como parte de la vida económica, social y cultural de cada nación, y así elevar la calidad de vida y el bienestar del desarrollo humano, refiere Gustavo Copelmayer.La finalidad de incorporar en la educación desde los primeros años escolares, materias como educación ambiental, potenciará los conocimientos científicos y su transformación en convicciones morales, hábitos y en general, una concientización hacia la preservación del planeta que habitamos siendo el único y verdadero hogar de la humanidad. Aunque lo ricos y famosos estén poniendo billones de dólares de sus fortunas personales para encontrar un planeta habitable, esto tomara años o décadas para poder lograrlo. No es mas fácil tratar de invertir estas fortunas para un bien común y tratar a toda costa de vivir en un planeta habitable para toda la humanidad en vez de invertir en proyectos que tienen como intención la exclusión en vez de la inclusión…
Algunas de las palabras claves que se emplean actualmente en el ámbito de la conservación ambiental pueden ser: innovación, globalización, libre comercio, medio ambiente, sostenibilidad, construcción sostenible, eco amigable y tantas otras combinaciones. Queremos detenernos en el vínculo entre la innovación y el ambiente. La innovación ambiental ocurre en las organizaciones como producto de la necesidad de generar un desarrollo sostenible como una filosofía para la realización de las actividades diarias. Esto implica que las organizaciones han llegado al punto de equilibrar los aspectos sociales, económicos y ambientales de forma permanente en las decisiones y tareas para el desarrollo de sus actividades, productos y servicios. De allí que el trabajo realizado por Biotek Petrol, empresa a la que soy parte desde hace más tres años, hayamos empleado un sistema totalmente novedoso que tiene como finalidad, aplicar biorremediadores ambientales en aguas y suelos. Los productos biorremediadores de Biotek Petrol parten del concepto de eliminación y/o reducción de residuos de materia orgánica de la industria ganadera. Los mismos generan un subproducto que es una mezcla de nutrientes y microorganismos. Mediante un extenso y minucioso proceso, se desarrolla la extracción de un conglomerado bacterial y enzimático, (compuestos de microorganismos benéficos no patógenos). Estos agentes se transforman en la materia prima que se utiliza para descontaminar y crear el equilibrio natural y ecológico que la naturaleza necesita, producto de la extensa contaminación que el mismo ser humano a creado. Un ejemplo señala Gustavo Copelmayer, de como las empresas se pueden reinventar y contribuir con el ecosistema de nuestro planeta.
La pandemia por Covid-19, sin duda, ha acelerado la consolidación de la empresa digital, de modo que ahora la mayoría de los ciberactivos de las organizaciones se ubican fuera de una infraestructura física. Es un proceso que de todas maneras sucedería, “almacenar en un nube y recurrir a esquemas de ciberseguridad como un enfoque práctico y controlado”, refiere Gustavo Copelmayer.Este concepto de ‘malla de ciberseguridad’ se refiere a aquella tecnología que permita a cualquier persona acceder a cualquier activo digital de forma segura, sin importar dónde se encuentren el activo o la persona. “Se espera que para 2025, la malla de seguridad cibernética, soportará los negocios inteligentes, con mayor eficiencia y concepto ecológico”.De igual manera, las empresas van ahora de manera irreversible hacia un proceso de hiperautomatización, impulsando un requisito que el consumidor final llama “primero digital” señala Gustavo Copelmayer. “Se espera que para el 2023, 40% de las grandes organizaciones habrá ofrecido a sus clientes y empleados, experiencias virtuales”, concluye.
La explotación de acuíferos subterráneos podría generar hundimientos que afectarían al 19% de la población impactando un 12% del PIB global, señala Gustavo Copelmayer, basándose en investigaciones del Instituto Geológico Minero de España.Ciudades como Venecia, Yakarta, Tokio y hasta Ciudad de México ya presentan graves problemas que ponen en riesgo el hábitat de la población a pesar de que cuentan con el agua necesaria para sus funciones.Esta actividad humana causa efectos negativos en alrededor de 1200 millones de personas en la actualidad. “Quienes viven en espacios en los que la explotación de pozos subterráneos está generando deslizamientos y hundimientos de terrenos, además de sismicidad inducida, cuentan con un problema latente de supervivencia”, manifiesta.Y recuerda Gustavo Copelmayer, que incluso en las remotas zonas del norte donde no hay actividad alguna, los efectos del calentamiento global provocan el derretimiento del suelo congelado, el permafrost, lo que a su vez induce más deslizamientos y hundimientos de tierras.
Quiero compartir una de las mejores noticias de estos días. Desde el espacio se aprecia que la deforestación en Sudamérica muestra indicios de mejoría gracias al esfuerzo de los habitantes de las zonas y de los gobiernos de la región, ha asegurado la ESA, (Agencia Espacial Europea) Esta agencia, pronto lanzará un nuevo satélite para supervisar la situación de estos pulmones del planeta.En vista de que en los últimos años la situación para esta zona ha sido sumamente crítica, por ejemplo, en Brasil, luego del devastador incendio, se perdió casi un tercio de bosque primario tropical. Algo que vemos cada vez más claramente, es que la presencia de los pueblos indígenas tiende a tener una función protectora de la cobertura de bosque, más aún cuando los territorios indígenas son reconocidos, refiere Gustavo Copelmayer. En adición, se comenzó un trabajo mancomunado para la reforestación y la contención ante la alarmante destrucción de los bosques primarios.La deforestación de la selva amazónica es una de las grandes amenazas del pulmón vegetal más importante del planeta tierra. Desde la mirada de los satélites hacia la tierra se puede observar que la región de Sudamérica, afectada por la deforestación, desertificación, el deshielo de los glaciares milenarios, presenta signos de recuperación.Otro fenómeno que afecta al mundo es el deshielo. En este sentido, un equipo internacional ha cuantificado en nueve billones de toneladas la pérdida de hielo, entre 1961 y 2016, provocando un aumento del nivel del mar de 27 milímetros. Y las mayores pérdidas regionales fueron en Alaska, seguidas del manto helado de Groenlandia, los glaciares del sur de los Andes y la Antártica.Informa esta agencia espacial, que otro satélite será lanzando por ESA en el año 2022, y tendrá como objetivo prioritario el estudio de los bosques mas importantes del mundo.
La ecuatoriana Nemonte Nenquimo, líder de la nación indígena waorani, Leydy Pech, apicultora indígena maya (México) y Kristal Ambrose, activista juvenil de las Bahamas, son parte de las personas del continente americano, que en 2020 obtuvieron el Premio Goldman, reconocido como el Nobel de la naturaleza, informa Gustavo Copelmayer.Estas ciudadanas se han destacado en el desarrollo de campañas con causa que derivaron en acciones beneficiosas para el medio ambiente. Por ejemplo, Nenquino dirigió una campaña indígena y una acción legal para proteger 202.342 hectáreas de bosque amazónico y territorio waorani de la extracción petrolera.Por su parte, Pech encabezó una coalición que detuvo la siembra de soja transgénica (genéticamente modificada) en el sur de México, lo que generó que la Corte Suprema de ese país, dictaminara a favor de los pueblos mayas.Así mismo, Ambrose convenció al gobierno de Bahamas de prohibir el uso de las bolsas, cubiertos, recipientes y vasos de plástico y polietileno, explica Gustavo Copelmayer. Cada año este premio reconoce la labor de seis activistas ambientales, con la finalidad de inspirar a los ciudadanos a proteger el medio ambiente, dice Gustavo Copelmayer y menciona a los galardonados en 2020: Leydy Pech, Kristal Ambrose, Paul Sein Twa, Lucie Pinson, Chibeze Ezekiel y Nemonte Nenquimo.
Desde este año y hasta el 2100, el Mar Caspio puede bajar unos 18 metros, lo que supone una pérdida de 34% de superficie, señala Gustavo Copelmayer basándose en un estudio publicado por “Communications, earth & enviroment”.Este es un efecto del calentamiento global y de la crisis climática la cual genera que las altas temperaturas y la sequía estén drenando los lagos y mares interiores. Es lo que sucede en la masa de agua interior más grande de la Tierra, el Mar Caspio.El estudio alerta sobre una crisis desconocida por el público y por la comunidad científica e incluso, agrega Gustavo Copelmayer, “ni las Naciones Unidas han abordado este tema en sus objetivos de desarrollo sostenible”.Los efectos son ambientales, económicos y geopolíticos. Desafortunadamente pudiera ser demasiado tarde para salvar el Caspio sólo con los recortes de emisiones, pues ya la masa de agua interior está disminuyendo a un ritmo de 6 a 7 centímetros cada año.
Since this year and until 2100, the Caspian Sea level can decrease by about 18 meters, which represents a loss of 34% of its surface, says Gustavo Copelmayer, based on a study published by “Communications, Earth & Environment”.This is an effect of global warming and the climate crisis which is causing high temperatures and drought which drains lakes and inland seas. This is what is happening in the largest inland body of water on Earth, the Caspian Sea.The study warns of a crisis unknown to the public and the scientific community and, “not even the United Nations has addressed this issue in its sustainable development goals.”“The effects are environmental, economic and geopolitical. Unfortunately, it could be too late to save the Caspian with emission reductions alone, since the inland water mass is already decreasing at a rate of 6 to 7 centimeters per year”, concludes Gustavo Copelmayer.