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El ministro de Salud Ginés González García dará una conferencia de prensa en breve.
Una niña de 10 años fue hallada asesinada y calcinada en la casa de su primo de 22.
Un macabro parricidio sacude a la ciudad neuquina de Zapala, donde dos jóvenes mataron a golpes a su padre y lo decapitaron en plena calle. Los dos hijos están detenidos y este lunes serán acusados de homicidio agravado por el vínculo, delito que prevé una pena de prisión perpetua.El hecho ocurrió este domingo en una casa ubicada entre las calles Sarqui y Cañadón. Los gritos despertaron a los vecinos, que alertaron a la Policía cerca de las 6, pero luego la pelea se calmó.Según informa el diario La Mañana, el padre fue sacado a la calle y en ese contexto uno de sus hijos le habría dicho: “Yo voy en cana, pero vos no le pegás más a mi mamá”. Es por ello que investigan si había antecedentes de violencia de género o familiar.Tras el crimen, un nuevo llamado avisó del hecho al personal de la Comisaría 48 que cuando arribó al lugar, se encontró con una escena macabra: Orlando Jara, de 60 años, estaba muerto en la calle y su cabeza, que había sido decapitada y tenía un cuchillo incrustado, estaba apoyada sobre su tórax.Sus dos hijos, de 20 y 27 años, fueron detenidos de inmediato sin oponer resistencia, llevados a la comisaría y quedaron a disposición del fiscal que interviene en el hecho.PARRICIDIO O DEFENSA DE SU PROPIA MADRE ???
Un paisaje guitarrístico para mirar desde el cielo creó Pedro Martín Ureta, un productor agropecuario de 70 años. Lo hizo para conmemorar a su difunta esposa, Graciela Yraizoz, que murió en 1977 a los 25 años. Pero su creador nunca lo ha visto desde arriba, salvo en fotos, porque le da miedo volar.
El ministro de Salud Ginés González García dará una conferencia de prensa en breve.
Una niña de 10 años fue hallada asesinada y calcinada en la casa de su primo de 22.
Un paisaje guitarrístico para mirar desde el cielo creó Pedro Martín Ureta, un productor agropecuario de 70 años. Lo hizo para conmemorar a su difunta esposa, Graciela Yraizoz, que murió en 1977 a los 25 años. Pero su creador nunca lo ha visto desde arriba, salvo en fotos, porque le da miedo volar.